Los suplementos alimenticios están ocupando una posición cada vez más prominente en la alimentación de millones de personas. Aunque muchos sostendrán que si se tiene una alimentación equilibrada los suplementos no serían en ningún caso necesarios, si se analizan detenidamente los nutrientes que poseen los alimentos que están a la disposición del consumidor de hoy en día, se puede ver cómo las carencias de nutrientes son posibles aún incluso siguiendo lo que nos dicen que es una alimentación equilibrada, es decir, una alimentación variada, que contenga todos los grupos alimenticios en proporciones adecuadas.

El motivo debemos verlo en que los alimentos que se venden actualmente, por numerosos razones, escasean o carecen totalmente de nutrientes, los cuales son los ladrillos que utiliza nuestro cuerpo para construirse, repararse a sí mismo, funcionar y en definitiva llevar a cabo todas las funciones que posibilitan que estemos vivos.

Visto de esta forma, y sabiendo la realidad de lo que tenemos en nuestra mesa, los suplementos alimenticios no sólo serían una opción ventajosa, sino que también serían necesarios, ya que no podemos obtener todos los nutrientes que necesitamos y en las cantidades adecuadas, de los alimentos que venden generalmente en el momento presente.

Pero veremos que con los suplementos alimenticios debemos detenernos también a examinarlos, porque no son toda la panacea que dicen ser, y tampoco pueden proporcionarnos mucha nutrición.

Los alimentos que venden están desprovistos de nutrientes o éstos escasean en ellos debido a las siguientes razones:


Muchas frutas y verduras están desprovistas de minerales y de vitaminas debido a los métodos de producción agraria convencional no ecológica, que empobrecen el suelo, y sólo renuevan tres minerales principalmente: nitrógeno, fósforo y potasio.

El problema es que el suelo requiere alrededor de 52 minerales diferentes. Así que ¿dónde están el calcio, el magnesio, el manganeso, el zinc, el hierro, el cobre y todos los demás minerales?


No están, simplemente. Los cultivos los agotan, y al no ser repuestos por los abonos convencionales, el suelo se queda sin ellos. Y entonces es cuando, debido a esto, vienen las plagas, las enfermedades de las plantas, y los agricultores naturalmente necesitarán pesticidas para combatirlas.

Por tanto tenemos unos alimentos vacíos de nutrientes y al mismo tiempo llenos de pesticidas. ¿Cómo puede ser que nuestro cuerpo funcione bien metiéndole veneno y no metiéndole nutrientes para poder combatir al menos ese veneno y sacarlo del cuerpo?

Por tanto, tenemos la sociedad plagada de enfermedades degenerativas que tenemos. Y no sólo eso, el aumento de peso, la obesidad, son consecuencia directa de la alimentación vacía de nutrientes, y no de que a la gente le gusten mucho las grasas y los azúcares.

La razón es que cuando una persona come, y lo que come carece de los nutrientes que su cuerpo necesita, lo que ocurre es que no se saciará y su cuerpo le pedirá que coma otra cosa, porque la carencia de nutrientes todavía está ahí. Por tanto, esa persona siente más hambre y tiene que comer más, pero si come de lo mismo, es decir, alimentos que carecen de nutrientes necesarios, como vitaminas, minerales, etc, su cuerpo volverá a sentir hambre, porque las necesidades de nutrientes no se han cubierto.

De esa forma, ahí tenemos a las personas con exceso de peso o a los obesos, que comen mucho, porque su cuerpo se lo pide (necesita nutrientes), pero que al comer calorías "vacías de nutrientes", no pueden parar de comer, porque su cuerpo nunca se sacia, al no obtener las vitaminas y otros nutrientes necesarios de los alimentos que consumen. Engordan y engordan hasta que no se pueden mover.

Pero en una sociedad donde hubiera alimentos como deben ser, naturales y cargados de nutrientes, no habría obesos. Todos serían delgados y al mismo tiempo no tendrían ninguna carencia de ningún nutriente.

Los obesos no es que no les gusten las frutas y las verduras. Es que no les "sacian", y por eso se pasan a alimentos que les sacian más, o por lo menos que les quitan el hambre momentáneamente.

Esta gente tiene este problema porque no han conocido los alimentos "densos en nutrientes", que hoy en día no son fáciles de encontrar por otra parte. Estos alimentos son:

  • La mantequilla procedente de vacas criadas en pasto (ecológica o de denominación de origen en pasto)
  • Las carnes y órganos (hígado, corazón, sesos, riñones, etc.) de animales criados en pasto.
  • El pescado salvaje (no el de acuicultura), y especialmente, los huevos de pescado, el marisco en general, y el aceite de hígado de bacalao.
  • La leche cruda y el yogur y el queso artesanales procedentes de vacas, de cabras o de ovejas en pasto.
  • Los cereales enteros (integrales) ecológicos, pero preparados adecuadamente (fermentados, levados o germinados).
  • Las frutas y verduras ecológicas, especialmente el plátano (rico en minerales).
  • Los huevos ecológicos.
La mantequilla comercial no ecológica, por ejemplo, no contiene todas las vitaminas y nutrientes que tiene una mantequilla procedente de vacas alimentadas en pasto. La leche de vacas confinadas no tiene apenas vitamina A y D y escasea en otros nutrientes también.

Por ello, la mantequilla comercial es blanca y, si es amarilla, es que la han coloreado con un colorante artificial. Esto es así porque el color amarillo en la mantequilla es el resultado de la alimentación de las vacas con hierba verde, que las vacas confinadas no han probado, ya que son alimentadas principalmente con cereales.

La leche comercial a la que se le añaden vitamina D o A o calcio, no posee los mismos beneficios que una leche natural ecológica sin pasteurizar que posee estos nutrientes en su estado natural y activo. La razón es que las vitaminas añadidas a las leches comerciales son vitaminas sintéticas, creadas en laboratorio, que no tienen los mismos efectos que las naturales en nuestro organismo, sino que pueden tener hasta efectos adversos.

Por ejemplo, se ha comprado cómo la vitamina D sintética puede causar la calcificación de tejidos blandos del organismo, en vez de los huesos. También ha habido estudios que han mostrado que la Vitamina A sintética tiene un nivel de toxicidad muy alto. Por ello es por lo que no se aconseja a las embarazadas tomar alimentos ricos en vitamina A, tales como el hígado.

Pero esto es una falacia y un insulto grave a las cruciales necesidades de vitamina A para el desarrollo del feto, ya que la vitamina A almacenada en el organismo se agota casi totalmente en el embarazo y es necesario reponerla a lo largo de él.

Pues bien, estos pseudomédicos nos aconsejan no tomar alimentos que contengan esta vitamina en su estado natural, que no puede causar daño ni toxicidad al organismo, sólo porque se hizo un estudio que mostró que la vitamina A sintética, en pastillas, creada en un laboratorio y que no tiene nada que ver con la natural que se encuentra en los alimentos, causó toxicidad a mujeres embarazadas.

Por lo tanto, como veis, es mejor en muchos casos hacer caso a la sabiduría de la abuela sobre la alimentación que a muchos médicos y recomendaciones de alimentación que van saliendo.

Por tanto, una leche con vitaminas sintéticas A y D añadidas y con calcio añadido, no garantiza que el calcio lo absorberán tus huesos, porque como hemos visto la vitamina D sintética no actúa en tu cuerpo de la misma forma que la vitamina D genuina natural en tu cuerpo.

Y además, el compuesto inorgánico de calcio que se le añade supuestamente a la leche no es el mismo que el compuesto de calcio orgánico natural de la leche.

Unos estudios realizados hace bastantes años, cuando se introdujo en el gran mercado la leche pasteurizada, demostraron que el calcio de la leche era correctamente asimilado sólo cuando la leche estaba sin pasteurizar. ¿Por qué? La leche cruda contiene enzimas que, además de las vitaminas, contribuyen a que el calcio sea asimilado por nuestro organismo.

Por todo ello, las personas mayores, por favor que no se crean la panacea de que la leche con vitaminas A y D y calcio añadido previene la osteoporosis. Es, simplemente, basura con química inasimilable añadida.

El hierro es un mineral muy importante cuya ausencia puede causarnos agotamiento y anemia. Es muy fácil que las personas vegetarianas u ovo-lácteo-vegetarianas tengan carencia de él.

El hierro que mejor puede ser metabolizado y asimilado adecuadamente y en las cantidades necesarias por el cuerpo humano es el "heme-iron", es decir, el hierro de origen animal, mientras que el "non-heme iron", o el hierro de origen vegetal, no posee las características que lo hacen tan asimilable y aprovechable para nuestro organismo
.

El mito de que las lentejas pueden proporcionarnos mucho hierro es sólo eso, un mito, porque aunque es verdad que las lentejas contienen hierro, este tipo de hierro es difícil de asimilar y metabolizar por nuestro organismo.


Sin embargo, si uno se come un simple filete de hígado, o un filete de ternera, está obteniendo más hierro y de mejor calidad que si se comiera 25 platos de lentejas.

Por tanto, una persona que sufre una deficiencia de hierro (anemia) si no incluye carne es su dieta por ser vegetariano, lógicamente su médico le diría que debería recurrir a los suplementos para obtener el hierro que necesita.

Pero sobre los suplementos, la Weston A. Price Foundation nos advierte: "Las acumulaciones tóxicas de hierro en el organismo no proceden de comer carne, que es rica en la forma totalmente aprovechable y absorbible de hierro conocida como "heme iron", sino que proceden del hierro "non-heme" que se encuentra en las harinas, cereales, productos de soja y otros productos comerciales enriquecidos con hierro, además de en todos los suplementos vitamínicos y minerales.

Nuestro cuerpo utiliza pobremente la forma de hierro sintética, inorgánica, la "non-heme iron" de estos productos, que se acumula en el organismo contribuyendo a numerosas enfermedades.

Los hombres comienzan a acumular las formas de hierro non-heme poco después de la pubertad, mientras que las mujeres raramente lo empiezan a acumular hasta que dejan de menstruar
." (En Plants Bite Back)

Además, hay que tener en cuenta que los suplementos alimenticios son en realidad sólo eso, "suplementos" lo que significa que si no van acompañados de una dieta equilibrada, no valen para nada.
De hecho, los fabrican con eso en mente, ya que no importa si no proporcionan las cantidades suficientes y necesarias de nutrientes diarios.

Como dije antes, los suplementos serían una buena idea si lo único con lo que contáramos fueran alimentos desprovistos de nutrientes.

Pero, ¿sería una buena idea obtener nuestros nutrientes directamente de un laboratorio? ¿Nadie se ha parado a pensar esto? Los suplementos multivitamínicos o minerales, todos ellos salen de los laboratorios, ¿podemos estar seguros que nos proporcionarán la misma nutrición que un alimento donde estos nutrientes se encuentran en su estado natural?

Claramente, no. Nuestro cuerpo está diseñado para obtener los nutrientes (vitaminas, minerales, proteínas, etc.) de los alimentos, no de unas pastillas.

Las vitaminas, en su estado natural, no constan de un único compuesto químico sino que son, en realidad, varios compuestos químicos actuando sinergéticamente unos con otros por medio de enzimas vivas que sólo se encuentran en los alimentos no alterados
, es decir, no calentados o procesados.

Por esto es por lo que muchas vitaminas se dice que desaparecen o se destruyen con el calor o con otras alteraciones
.

Las vitaminas de laboratorio
, es decir, las vitaminas sintéticas que se encuentran en los suplementos multivitamínicos y que son añadidas a una miríada de productos alimenticios procesados, son creadas "imitando" a la vitamina natural, pero lo imitado nunca puede ser igual a lo original. Por tanto, las crean a partir de algunos compuestos de la vitamina natural, pero no los incluyen todos, porque les es imposible imitar a la perfección a la naturaleza, y además carecen de las enzimas que constituyen la "fuerza" nutritiva de los alimentos vivos.

De este modo, crean sus versiones sintéticas de las vitaminas que se encuentran en la naturaleza, que, lógicamente, no son las mismas que la propia vitamina natural. A no ser que sean extractos vegetales con concentración de determinadas vitaminas, lo cual es un hecho inseguro porque muchas vitaminas son destruidas por los procesos industriales, serán vitaminas de laboratorio que poco tienen que ver con las naturales.

Si uno quiere con seguridad tener determinadas vitaminas en su cuerpo, que se coma un alimento natural, vivo, como una fruta o una verdura, sin cocinar, y obtendrá una determinada cantidad de vitaminas y minerales según el modo de producción de tal alimento.

Ésa es la única forma de obtener las verdaderas vitaminas
, no comprando leche, cereales, galletas, yogures o chicles con vitaminas añadidas. Eso es caer en las redes del gran negocio de desnaturalización de nuestros alimentos.

Cada vez más la población está más estresada, más agotada, cae en más enfermedades de todo tipo, engorda más (el porcentaje de sobrepeso aumenta dramáticamente en todas las edades), está más débil en todos los aspectos, y todo esto es fácilmente explicable si se mira a los simples productos, vacíos de nutrientes, en definitiva calorías "vacías", que constituyen su alimentación:
  • La harina blanca refinada y todos los productos derivados de ella: La "reina" de la alimentación occidental gracias a la pirámide institucionalizada de Keys, quien se enamoró de la pasta "simple" italiana. La pasta blanca y el pan blanco, los alimentos más "vacíos de nutrientes" (son las "calorías vacías" por excelencia), junto con el azúcar blanco, son los reyes de la alimentación occidental actual.

    Ahora bien, ¿quién da más para promover los problemas cardiovasculares, la obesidad y el cáncer? Nadie. El cáncer es azuzado por los hidratos de carbono simples porque éstos son el alimento de las células cancerosas. La obesidad con los hidratos de carbono simples se ve claramente la relación.

    Y los problemas cardiovasculares, aunque tienen más causas, ésta es una de ellas, porque los triglicéridos contribuyen a ellos. Añadimos a todo esto la sustitución de alimentos "densos en nutrientes" por éstos "vacíos en nutrientes" y como resultado tenemos la "malnutrición crónica" que plaga nuestra sociedad, con deficiencias de nutrientes que les hacen caer en el sobrepeso. La próxima vez que quieras prepararle un plato de pasta a tus hijos, párate y pregúntate: ¿Les estoy dando en realidad una alimentación nutritiva con esto?
  • Los azúcares simples. Habitan en todo tipo de productos alimenticios comerciales, desde los productos para el desayuno (cereales, galletas, preparados de cacao, etc.) hasta todo tipo de salsas, conservas, bebidas, zumos, e incluso determinados panes. Lo mejor es sacar todos los azúcares simples, que pueden aparecer bajo múltiples nombres: glucosa, fructosa, sacarosa, lactosa, azúcar, etc., de nuestra dieta, ya que contienen sólo "calorías vacías" y ningún tipo de aporte nutricional, suben el azúcar en la sangre, ocasionando altibajos en el metabolismo, y fomentan la acumulación de grasa. Además aumentan el hambre debido a las variaciones repentinas de azúcar en sangre que ocasionan.

    O sea, que no sólo no proporcionan ningún nutriente o beneficio a nuestro cuerpo, sino que además lo perjudican.

    Se acumulan en forma de grasa rápidamente, y causan más hambre ya que nuestro cuerpo tiene que bajar el azúcar en sangre tras consumirlos y esto nos causa un hambre muy intensa y repentina, y por tanto nos empuja a consumir más azúcares, esto es, a engordar más.

    Pero una nota para los menos avispados: Sustituir los productos con azúcares por variedades sin azúcar pero con edulcorantes, no es muy sano, y de esto ya hemos hablado mucho en este blog. Pero allá cada uno que haga lo que quiera con su cerebro.
  • Las frutas y verduras vacías de nutrientes y ricas en pesticidas. Ya hemos hablado de ellas más arriba.
  • Las carnes, huevos y productos lácteos procedentes de animales confinados en granjas industriales y alimentados con piensos de ínfima calidad, transgénicos y que no constituyen su alimentación natural.

    Mencionar que todo lo de origen animal "no ecológico" proviene de tales granjas industriales salvo muy poquísimas excepciones, y que los alimentos como resultado de tales operaciones industriales con animales dejan mucho que desear nutricionalmente, como hemos comprobado al comparar la leche de vacas confinadas vs. la leche de vacas en pasto. Lo mismo ocurre con la carne.

    La grasa de la carne de animales en pasto
    es mucho más sana que la de los animales confinados, porque contiene grasas Omega 3, ácido linoleico conjugado (CLA), que es anticancerígeno, y grasas saturadas con altos niveles de vitaminas A y D.

    Éstos son los alimentos "densos en nutrientes" por excelencia, los alimentos procedentes de animales en pasto, y a los que la mayoría de la población por desgracia no tiene acceso hoy en día.
  • En general, todos los productos alimenticios procesados industrialmente que pueblan las estanterías de los supermercados hoy en día: productos preparados tales como salsas, platos preparados, precocinados, conservas de todo tipo (pescado, verduras, etc.), margarinas, yogures y quesos industriales, leche esterilizada o pasteurizada, cereales procesados, etcétera,
Lo que necesitamos es que vuelva al mundo la alimentación simple, natural, sin publicidad, sin millones de tipos diferentes de envases, preparaciones, e ingredientes químicos impronunciables.

En un mundo donde todos tuviéramos acceso a los alimentos simples de toda la vida pero con calidad, no habría carencias de ningún nutriente, ni tampoco obesidad, ni tampoco las huestes de miles de enfermedades de las que sufre la población actualmente, a causa simplemente de una deficiencia de nutrientes.

Muchas veces, cuando un paciente tiene una deficiencia de algún nutriente, pongamos por caso, hierro, o calcio, que son dos deficiencias comunes, no es suficiente con prescribirle las pastillas que contengan estos minerales. A menudo ocurre que esa persona es deficiente en esos minerales porque su cuerpo tiene un problema en asimilarlos.

Por tanto, suplementándolos no va a ser de gran ayuda para solucionar su problema si su cuerpo no podrá asimilar de todas formas esos minerales. Muchas cantidades de ellos puede que hagan algo, pero tal y como están ahora las recomendaciones oficiales de nutrientes, los niveles tan bajos en los que están establecidas, es difícil que según los niveles terapéuticos o los niveles que figuran en los suplementos una persona consiga librarse de su deficiencia.

Una vez más, la solución está en una vuelta a los alimentos naturales. Éstos sí contienen, si están producidos de una forma natural, niveles altos y completamente asimilables de todos los nutrientes que harían desaparecer cualquier deficiencia que se les pusiera en el camino.

Pero estos alimentos, desgraciadamente, cada vez están más lejos del alcance del común de los mortales.

Los supermercados con su suministro inacabable de una siempre nueva variedad de preparaciones y pociones artificiales sensacionalistas, siempre atraen a todos aquellos que les gusta lo nuevo, lo industrial, lo moderno, sin saber que justo es en eso donde escasea lo que verdaderamente alimenta, y que en lo simple, en lo no procesado y en lo de toda la vida, es donde se encuentra todo lo que necesitamos para vivir sanos, felices y para librarnos de las enfermedades.

MAS INFO:

http://buenasiembra.com.ar/salud/alimentacion/el-codex-alimentarius-el-codigo-alimentario-1200.html

http://buenasiembra.com.ar/salud/alimentacion/las-excitotoxinas-sabores-que-matan-1223.html

http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/el-secreto-de-messi-el-barcelona-fc-1253.html