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viernes, 17 de junio de 2011

Crónicas Humanas de la Era Verde (un relato futurista jj)


Cronicas Humanas de la Era Verde

Concón Julio 997 D.G.

Han pasado casi mil años del final de la Era del Tecnomercado en el planeta Tierra, el calendario marca 997 D. G. o después de Gonzales. Todo el planeta humano se prepara para la enorme celebración del milenio.

Cuando Jesús Gonzales investigador del laboratorio de genética de la Universidad de Valparaiso, descubrió la forma de alterar el gen 276 de la segunda espiral del cromosoma Y, no se imaginó el increible resultado de su investigación.

Sobretodo porque, no hayando mejor forma de demostrar su descubrimiento, reemplazó este gen, el de la pigmentación de la piel humana, por un gen vegetal que, asociado a la producción de clorofila, producía un indeleble color verde superficial en todo el cuerpo.

La importancia del descubrimiento de Gonzalez fue trascendental para desarrollar una variedad de humano transgénico capaz de sintetizar glucosa por fotosíntesis.

La gran ventaja de este humano transgénico, es que puede sobrevivir solo con energia solar y agua, más algunos minerales que puede absorver del agua misma o comiendo un poco de tierra rica en orgánicos.

El nacimiento de los primeros humanos transgénicos sucedió para el solsticio de verano en el sur, del año 2007 de la Era cristiana o el 007 D. G. Fué la revolución total. La iglesia, una poderosa entidad mística de aquella Era excomulgó a Gonzalez, lo que le importó poco porque el era taoista y la derecha política de aquel entonces se tiró en picada contra el descubrimiento, puesto que socavaba uno de los pilares de su poder, cual era el control absoluto sobre la producción alimentaria.

El nuevo humano verde no nesesitaba consumir más comida.


Durante veinte años nacieron cerca de cuarenta millones de nuevos seres humanos con clorofila, por deseo expreso de sus padres, en su mayoria pobres, pues con eso liberaban para siempre a sus hijos de la pesada carga de tener que trabajar para otros y comer, más encima de comer mal.

A los veinte años nació la segunda generación de humanos verdes, la primera natural y se confirmó el postulado que la mutación clorofílica era absolutamente dominante.

Pronto las masas de humanos verdes en muchos continentes se comenzaron a distanciar de las situaciones políticas y económicas contingentes de sus países, dado que ya casi no mantenían ningún arraigo a la vieja cultura de los humanos de colores.

Es cierto que la cantidad de tonalidades de verde era tan variada como las tonalidades de base de los humanos originarios; había verde oscuro, verde nilo, verde amarillo, etc.

Los rasgos faciales se mantuvieron inalterados y las especies tuvieron que afrontar sólo tres cambios que también fueron fundamentales:

La total caida de todo pelo.
La nesesidad absoluta de andar desnudos.
Una nesesidad vital de acceso a la luz solar.


El año 103 D.G. murió el último humano de color, un amarillo asiatico, de Sida, una enfermedad propia de los humanos no verdes, y desde entonces toda la humanidad fué verde en todas sus graduaciones.

Gran parte de la antigua tecnología de la Era anterior quedó en el camino, más que nada por falta de interés y mucha de ella por falta de uso.

Los humanos dejaron lentamente su apego a los bienes materiales y se preocuparon de acceder al agua, el sol y la tierra nutricia. La nesesidad de uso del suelo para la agricultura pasó a ser nesesidad de uso del suelo para simplemente estar.

Aumentó notablemente la cantidad de espacio disponible y hubo grandes migraciones a las zonas intertropicales y los valles de altura en las búsquedas del sol.

La humanidad realizó un enorme y exitoso esfuerzo para recuperar naturalmente las extensas zonas usadas por la antigua agricultura, limpiando remanentes de agroquímicos peligrosisimos y mejorando la variedad biológica de los territorios en aras de la optimización de los ciclos naturales.

Los grandes centros de estudio y desarrollo mantuvieron por un par de siglos su trabajo de investigación, apuntando más que nada a resolver los problemas ambientales antiguos y aquellos derivados del conpleto giro que dió la humanidad en tan poco tiempo.

Uno de los grandes descubrimientos del segundo siglo D.G. fue la adaptación orgánica de la especie humana al consumo de agua salada; con ello, miles de millones de humanos verdes se volcaron a los océanos del planeta para establecer colonias flotantes ambulatorias que obtenían su sustento del sol, el agua y las sales disueltas.

Estos humanos tomaron un curioso tono cochayuyo.

De entre los miles de cambios acaecidos en la humanidad debido al fenómeno verde, tal vez el más importante fue el de la enorme disponibilidad de tiempo social y personal que las sucesivas generaciones dispusieron.

La primera oleada de humanos verdes desarrolló una elevada tendencia a la mística, que inició lo que entonces se llamó la religión Fitotao, cuya reverencia al sol y a la naturaleza despertó el sentido de pertenencia del humano al todo planetario; pero más que nada elevó los grados de comunicación empatía grupal interactivo; las PGI. Hacia el año 300 el PGI hacía del total humano una gran red de pensamiento interconectado.

100 mil millones de cerebros podían conectarse como uno solo, con un potencial para el desarrollo de ideas y el uso kinéticoque permitió la estructuración de las agrupaciones humanas volantes, es decir las comunidades antigravitacionales, como las que existen en la actualidad, dedicadas exclusivamente a la fotosíntesis, el sexo lúdico y procreativo y el pensamiento abstracto personal o comunitario.

La carencia casi total de estrés, aumentó la longevidad de los humanos casi en un modo vegetal, 360 años pasó a ser la media normal de vida, superando toda posibilidad de plagas y patologías virales.

Las grandes reservas de espacio de los sectores subtropicales del planeta, empezaron a ser usadas por humanos de fotosíntesis más eficiente y gran tolerancia a las bajas temperaturas.

Hacia el año solar 760 D.G. la cantidad de almas humanas tocó el límite Wong-li, es decir; existían todos los humanos que podían existir en ésta dimensión y las existencias de almas disponibles en la dimensión de origen se había agotado.

La comunidad Wong-li fue el ente pensador abstracto que predijo la saturación de las almas, cincuenta años que el fenómeno sucediese.

Esto planteó un límite al crecimiento de la especie humana en el número de 573 mil millones.

Nacen nuevos humanos sólo en el evento que los humanos vivos de esta dimensión, pasen al siguiente espacio dimensional, liberando un alma que se reencarna inmediatamente.

Esta es la razón por la cual la gestación es un evento tan celebrado en las comunidades actuales, Tan solo existiendo un alma disponible el espermatozoide es capaz de penetrar en el óvulo.

Como la liberación del alma ocurre en un espacio infinitesimal del tiempo actualizado, las parejas procreantes se refuerzan por coincidir con él para poder fecundar. Por ello es que se da una actividad sexual tan entusiasta y permanente en todas las comunidades.

Ahora se acerca el cumplimiento del milenio D. G., la Tierra es, varios cientos de metros más abajo de las comunidades humanas, un paraíso biológico sustentable.

Al ocupar el nivel medio de 600 metros sobre el nivel del mar, la superficie usada por la especie humana subió con el cubo de dicha cantidad, por lo que existe un alto grado de dispersión de las comunidades, que se aventuran libremente por sobre y por abajo de la capa de nubes.

Siempre en el límite de Wong-li, la sensación, con todos los humanos vivos es de completud total, hay sol para todos. (jjj)

Pedro Serrano Rodríguez Especial para "Buena Siembra".

jueves, 28 de abril de 2011

Existe un mundo



Existe un mundo que huele a pan recién horneado y no a hambre

Existe un mundo donde la realidad solo se teje con el hilo que surge del corazón,
porque el ovillo de la razón, se fue acabando.

En ese mundo las verdades danzan solas, porque las mentiras ya hace tiempo que se retiraron del baile.


Es un mundo donde nadie es visto como diferente, porque las normas establecidas de los deberías ser,

ya fueron por todos olvidadas.

En ese mundo se desconoce la agresión, porque nunca nadie antes fue agredido.


En ese mundo los únicos muros que se levantan, son los necesarios para cobijarse del frío del invierno .


En ese mundo no se sabe que es la guerra, porque ni siquiera de ella en los cuentos ya se habla.


En ese mundo todos son artistas y hacen arte sagrado de sus vidas cotidianas.


En ese mundo cuando las miradas se cruzan dejan al desnudo el alma

y la empatía brota como único lenguaje.

Es un mundo donde la música y el silencio se entrelazan y flotan en el aire.


En ese mundo se comprendió que llegamos hasta aquí

para manifestar lo mas sublime y bello del Misterio.

En ese mundo nadie queda fuera, en él sí cabemos todos . . .

marisa


El Derecho a Soñar, por Eduardo Galeano...

Vídeo: El derecho a soñar, por Eduardo Galeano

El texto es del "milenio" pasado, pero sigue plenamente vigente.

Mira, escucha, sueña, y luego decide si quieres formar parte del sueño o de la pesadilla, parte de la solución o del problema. Nuestros pensamientos, lo que decimos y lo que hacemos, pueden ir en una dirección o otra.


domingo, 10 de abril de 2011

Literatura Joven: La Lombriz y el Ocaso

http://www.recursosyresiduos.com/wp-content/uploads/2008/04/lombricultura.jpg


Advertencia: Cualquier parecido con la realidad tal vez no sea pura coincidencia.

La lombriz y el Ocaso  (cuento corto)

Transcurrían aquellos plásticos  tiempos del futuro, la tecnología parecía estar  llegando a su final, los seres humanos  cada vez se habían  hecho más insignificantes  por debajo de las maquinas  y la poca vegetación   se asemejaba  a un  rostro triste iluminado por dos o tres pecas agraciadas que  evocaban una mínima esperanza en la expresión natural. 

La abuela rociaba su pequeño huerto de tomates, cebolla,  fríjol y maíz, el único árbol de guayabas que quedaba  parecía dispuesto a reunirse con las nubes y las estrellas, lentamente cada día continuaba su camino al firmamento; en el rostro de la vieja  se desdibujaba una sonrisa extraña.

Días atrás su jardín se había opacado, las flores coloridas se habían  derrumbado y ahora solo una flor gris adornaba aquellos matorrales que en otro tiempo habían inspirado sus pensamientos. Cada una de las arrugas de su cuerpo representaba una batalla  y ocultaban las miles de emociones que habían servido de soporte a su vitalidad.  
Una enorme roca de quien sabe qué tiempo, arrojada quien sabe porque actividad volcánica, parecía ser la que proveía de agua aquellas estériles montañas, que desde sus cimientos expulsaba hilos de agua, apenas si perceptibles al ojo y al oído humano.

Atardecía y el cielo reflejaba matices rojos  que en aquella época eran toda una eventualidad detrás de aquellas montañas que algún día estuvieran pobladas por frondosos árboles e innumerables animales a los cuales se les denominaba  silvestres. En vez de eso un águila de metal surcaba el cielo de vez en cuando y rugía desafiante a su derredor.
La abuela Biela (que en realidad se llamaba Gabriela)  se  detuvo a mirar al cielo y seguidamente a sus tres nietos: camilo y lucho   de 6 y 7 años correteaban al lado de una mariposa extraviada, su nieta Juana  que surcaba los  11  jugaba con un celular  que de vez en cuando expedía sonidos robotizados. Miró de reojo a la vieja y de momento con un gesto de decepción arrojó  el aparatejo hacia una de las columnas de la vieja casona, seguidamente se dirigió cerca de aquellos ojos que la vigilaban amorosamente. Se abrazó a la pierna derecha de su abuela mirando hacia el suelo con la sorpresa de encontrarse una lombriz de tierra asomando por entre las raíces de las tomateras. Dejo  escapar de su garganta  un “eeeh…” cargado de inocencia. Lucho y Camilo se reunieron entorno  a ellas, el silencio hecho pan de cada día en aquella reducida familia se había roto.
La Abuela se sonrojó en el momento en que los tres nietos la miraron con su acostumbrada curiosidad. – les narraré un cuento- dijo con voz suave- ya que no saben de la lombriz de tierra un ser demasiado especial y valeroso como cualquier bestia, guerrero legendario  o felino, que reposan en la vieja biblioteca familiar, pero será luego de cenar unas mazorcas, pues como ven ya oscurece.

Entraron los cuatro con la motivación de resolver el enigma de lo que ha quedado inconcluso. Mientras cenaban se lanzaban miradas inquietas, para cuando ya habían devorado con apetito voraz los alimentos Juana y Lucho reían sin contenerse, contagiando a la abuela y a Camilo que no comprendía muy bien la escena.
La abuela se mordió el labio inferior  y les dijo: - los espero adelante.
Después de sus actividades de limpieza, se dirigieron hasta donde  ella, quien se mecía  en una silla que al parecer era más antigua que la mismísima abuela quien atravesaba los 83 febreros.
- Hace mucho tiempo cuando las mujeres y los hombres no habían llegado a esta tierra vivía una familia numerosísima de  lombrices de tierra, alegres y con paciencia trabajaban los suelos, vivían  al interior de la tierra donde la oscuridad no era un obstáculo para sus labores, pues hacían que desde el fondo se produjera muchísimos nutrientes hasta rebosar la superficie de vegetales y frutas inimaginables en su forma y su cantidad, atrayendo hacia sí  todo tipo de animales, algunos que se trasladaron como vecinos al interior de la tierra y otros que disfrutaban  de los 80.000 colores que habían pintado  las lombrices con ayuda del sol y el agua- los niños  sonreían pues al parecer la exageración de la vieja rodeaba la fantástica historia de una magia ajena a la imaginación de los niños – cuando las lombrices querían divertirse salían a la superficie, charlaban con otros  animales para luego de embriagarse de aquellas sensaciones retornar  a su inframundo no menos maravilloso. 

Luego llegaron los hombres, las primeras familias llegaron a  un acuerdo  con la comunidad de lombrices, que para entonces era una población numerosa denominada por sus buenos vecinos como Lombrilandia,
Las mujeres por su sensibilidad innata dijeron a los hombres que deberían proteger aquel hermoso jardín del edén donde no habían manzanas y las serpientes no eran más que lombrices alegres que solo salían a la superficie en días lluviosos y noches de luna llena. Y así vivieron mucho, cientosmil años en armonía con las lombrices, todos comían, pintaban las estrellas. Tejían la flor del algodón y danzaban  bajo las lluvias cristalinas.
Pero como en todos los cuentos no ha de faltar el villano un día llegaron unos viajeros: los ego maniacos, venían  del otro lado de las montañas y sufrían una extraña enfermedad llamada egoísmo, con síntomas como la ambición, la envidia, el egocentrismo y la mismísima maldad, traían consigo a sus supuestos dioses y pronto comenzaron a edificar sus templos vacíos de naturaleza donde el oro ornamentaba su orgullo, violentaron las familias de estas tierras.

Los que no murieron a sus manos fueron esclavizados y otros pocos se aliaron con la fauna y la flora silvestre al lado del oculto mundo de lombrilandia, quienes también habían sufrido la alteración de su ciclo vital.

En un momento de este cuento, y luego de la encarnizada batalla por vivir , solo quedaba una familia de 7 lombrices, papá y mamá con sus hijos. Los ego-maníacos los buscaron interminablemente hasta encontrarlos y darles muerte con machete y mercurio en mano, no obstante en lombrilandia se albergaba un secreto, guardado con gran celo por el verdadero creador del universo, alguien que no posee nombre, ni ha sido visto nunca por los seres que albergan este planeta, tampoco necesita que lo adoren, pues el es perfecto - la abuela tosió intencionalmente- está algo tarde mañana  acabaremos con el cuento…
Biela la abuela  encontró como respuesta tres pares de ojos atentos pero ningún signo de conformidad con lo  sugerido, rió para sus adentros y prosiguió:
- Cada ser de Lombrilandia había sido dotado de  5 corazones, cada uno con una virtud diferente, el instinto, el amor, la paciencia, el coraje y la astucia, bastaba con que uno de ellos quedara  con el más mínimo latido para rearmar el resto de su integridad; además poseía 6 pares de de riñones para  fortalecer su instinto de reproducción y a la vez nutrir la tierra.
Así que nada que saliera de la lombriz era puro azar, más bien eran sus virtudes tejiendo la vida suya y la de todos los seres que la rodeaban incluyendo sus agresores. 
Por eso sobrevivió Anélida y Anélido, una pareja de lombrices que se encargaron de multiplicar  la fertilidad poco a poco, a pesar de todo aun no recuperan su armonía con la tierra y temen a la luz porque fue a través de ella que hicieron presencia los ego maníacos, desde entonces solo salen algunas a ver el ocaso, justo el momento en el que sol  está a punto de ocultarse, luego viene la oscuridad y  toman un rumbo desconocido hacia adentro o hacia fuera, donde su corazón hecho de instinto, las guía.
Los ojos de los niños brillaron en el relieve de sus rostros y simultáneamente apareció una sonrisa triste y esperanzadora, tal vez querían preguntar algo pero había sido suficiente el relato como para ilustrar sus sueños mientras sentían que su único corazón latía fuertemente en  la inmensidad silenciosa de la noche.
Al día  siguiente la Abuela se despertó justo  al amanecer como acostumbraba, siempre había muchas cosas por hacer  aun en tiempos del futuro, tal vez con más anhelo que nunca porque la vida  en la tierra se estaba extinguiendo   como gasolina hecha humo en  la grandeza de los cielos.

Para su sorpresa sus tres nietos ya estaban   despiertos: Lucho sostenía con gran esfuerzo el rústico azadón arando  lentamente la tierra,  a su vez Camilo recolectaba maíces de grandes mazorcas  que servirían  de semillas, mientras tanto Juana observaba  estupefacta un pequeño pájaro amarillo que había llegado hasta el guayabo e intentaba comer  de una de sus frutas,  no recordaba haber visto un ave  de ese tipo por aquellos lares y aunque no  expedía ninguna melodía ya era suficiente con su presencia para asombrarse.
Hacia el frente de la huerta el jardín  parecía estar esperando el saludo de la abuela, la flor que  días antes hubiese adornado con su matiz gris aquellos suelos se había tornado de un color violeta intenso y se mecía en su tallo al vaivén del viento y el rocío de la mañana. Biela dejó rodar dos lágrimas por su arrugado pero tierno rostro: había amanecido.
René Montoya Pasos  - copyright Ayahuasca en el Muro
Saludos amig@s de Buena Siembra,


Hacemos  parte de una organización de universitarios independientes en Medellín y varias regiones de  Colombia, que a nivel investigativo trabaja por la diversidad de las semillas, conservación de paisajes y el etnodesarrollo en general.

Escribimos para sugerirles la publicación de un cuento, ya sea en su pagina  o en su boletín, el cual estamos recibiendo periódicamente en el correo kadafynet@hotmail.com.

Anexamos el cuento para que sea previamente evaluado por sus editores, 

Gracias por la atención prestada.