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jueves, 21 de abril de 2011

Depuración Orgánica, métodos naturales.



La naturaleza de todas las enfermedades es la misma:
el estado del terreno.
Hipócrates, padre de la medicina
 
 
Ninguna enfermedad está confinada a un solo órgano.
El cuerpo enferma todo entero.
Alexis Carrell, Nobel de medicina en 1912
 
 
El pesimista se queja del viento;
el optimista espera que cambie;
el realista ajusta las velas.
William George Ward
 
Habiendo visto los principales mecanismos y leyes de la depuración orgánica, cada uno está en condiciones de evaluar sus puntos críticos, tipos de desechos predominantes y órganos a estimular.

Pero más allá de las particularidades, hay un conjunto de recursos que pueden utilizarse con seguridad e indudables beneficios en cualquier caso. A continuación nos ocupamos de ellos en detalle.

 
 

 

Si bien existen muchas plantas medicinales depurativas que hemos visto al tratar cada emuntorio en particular.

Hay una antigua fórmula de los nativos
canadienses que se ha revalorizado últimamente como arma para combatir el cáncer y otras dolencias terminales: el Tónico Herbario o Essiac.

Si bien existe
una publicación específica sobre el tema, veamos aquí los principios de sus cuatro componentes y la profunda acción que generan en el organismo gracias a su sinérgica combinación.
 

Bardana (arctium lappa):
Es el componente principal.


Ha demostrado ser un poderoso purificante de la sangre y  la linfa. Estimula la eliminación de toxinas, el funcionamiento hepático y el sistema digestivo. Contiene inulina, que fortalece órganos vitales como hígado, páncreas y bazo.


También reduce la mucosidad y evita la formación de cálculos. Promueve el flujo de bilis y elimina el exceso de fluido en el cuerpo.  Ayuda a remover infecciones del tracto urinario, hígado y vesícula.

Su contenido en vitamina A y selenio ayuda a eliminar radicales libres y el cromo regula los niveles de azúcar en sangre.

 


Acedera (rumex acetosella): Ha sido un remedio casero contra el cáncer durante mucho tiempo en Europa y América.


Alivia las úlceras internas y aplicada sobre la piel ayuda a resolver problemas como eccemas y soriasis.
Su riqueza en vitaminas y oligoelementos minerales, nutre el sistema glandular.

Contiene silicio, elemento necesario para los nervios y la capa de mielina que los protege. Limpia la sangre y mejora la función de hígado y páncreas, estimulando el crecimiento de tejido nuevo.


Reduce el daño causado por las quemaduras de radiación y aumenta la resistencia a los rayos X. Mejora el funcionamiento del sistema circulatorio,  intestinal y respiratorio.


Ayuda en la remoción de depósitos extraños en las paredes de los vasos sanguíneos.
Aumenta el nivel de oxígeno en las células de los tejidos.
 

Olmo (ulmus fulva): Como tónico, fortalece órganos, tejidos y membranas mucosas, especialmente pulmones y estómago.


El principal componente es un mucílago que contribuye a la eliminación de desechos tóxicos. Ayuda a nutrir y restaurar el plasma sanguíneo y la linfa. Promueve la curación rápida de quemaduras y laceraciones. Mejora el estado de la flora intestinal y calma el asma. También alivia la acidificación corpórea.

 
Ruibarbo (rheum palmatum):
Actúa como laxante suave (estimula la secreción de bilis hacia los intestinos) y purga el organismo (especialmente el hígado) de toxinas y desechos. Contiene ácido málico, que mejora la oxigenación del organismo y estimula el proceso de curación.

Posee una sustancia (rhein) que inhibe la acción de bacterias que provocan afecciones como la candidiasis en los intestinos.

Ayuda a reducir la fiebre y la inflamación. Los estudios demuestran que posee propiedades antibióticas y antitumorales.

 

Este preparado herbario desarrolla la siguiente actividad dentro del organismo:

 
1.  Previene la acumulación de depósitos  grasos en el sistema circulatorio, hígado y riñones.

2.  Regula los niveles de colesterol al transformar azúcares y grasas en energía.


3.  Destruye los parásitos en el sistema digestivo y a través del cuerpo.


4.  Contrarresta los efectos del envenenamiento por aluminio, plomo, mercurio y otros metales tóxicos.


5.  Fortalece y tonifica músculos, órganos y tejidos.


6.  Fortalece y da flexibilidad a huesos, articulaciones, ligamentos, pulmones y membranas, haciéndolos así menos vulnerables al estrés o a las lesiones por

7.  Nutre y estimula el sistema nervioso y el cerebro.


8.  Promueve la absorción de fluidos en los tejidos.


9.  Remueve la acumulación tóxica en los canales grasos, linfáticos, digestivos, renales y medulares.


10. Neutraliza los ácidos (gastritis) y elimina toxinas en el intestino.


11. Descongestiona los canales respiratorios al disolver y expeler mucosidades.


12. Alivia la tarea desintoxicante del hígado al convertir a las toxinas grasas en sustancias solubles en agua, que luego pueden ser fácilmente eliminadas por los riñones.


13. Ayuda al hígado a producir lecitina, la cual construye la mielina, material graso que envuelve y protege las fibras nerviosas.


14. Elimina depósitos de metales pesados en los tejidos, especialmente en las articulaciones, reduciendo inflamaciones y tensiones.


15. Mejora las funciones del páncreas y el bazo, aumentando la efectividad de la insulina.


16. Purifica la sangre.


17. Aumenta la producción de glóbulos rojos.


18. Aumenta la capacidad del cuerpo para utilizar el oxígeno, al incrementar el nivel de oxígeno en las células de los tejidos.


19. Mantiene el equilibrio entre sodio y  potasio en el cuerpo, regulando el fluido dentro y fuera de cada célula; de esta manera las células son alimentadas con nutrientes a la vez que se limpian.


20. Convierte los oxalatos de potasio y  calcio en una forma menos dañina, haciéndolos solventes en la orina. Además regula la cantidad de ácido oxálico que llega a los riñones, reduciendo de esta manera el riesgo de formación de cálculos en vesícula, riñones o tracto urinario.


21.  Impide que las toxinas puedan llegar al cerebro.


22. Protege al cuerpo contra la radiación (rayos X).


23. Alivia el dolor, aumenta el apetito, provee más energía y brinda sensación de bienestar.


24. Aligera la curación de las heridas, regenerando las áreas dañadas (ulceraciones).


25. Aumenta la producción de anticuerpos  (linfocitos y células T), con lo cual se potencia el sistema inmunológico.


26.  Inhibe el crecimiento y posiblemente destruye los tumores benignos.


27. Protege las células en contra de los radicales libres.

 
El Tónico Herbario se consume a nivel desintoxicante, en dosis diaria de cuatro cucharadas soperas (cantidad equivalente a una copa de licor) por la noche, antes de acostarse y dejando transcurrir al menos 2 horas después de la cena.

Esto último tiene que ver con  la correcta difusión de sus principios activos en el organismo. Para que sea efectivo, el Tónico debe pasar rápidamente al sistema circulatorio, requiriendo la disponibilidad del mayor flujo sanguíneo posible, a fin de optimizar la tarea de distribución corporal.


Ello ocurre solamente en el reposo nocturno, ya que la masa muscular no solicita aporte sanguíneo. Por eso también es básico que haya concluido el proceso digestivo (aproximadamente  dos horas después de cenar), otro importante consumidor de flujo sanguíneo.

Además si el Tónico es ingerido sobre la comida, el organismo lo procesa como alimento y entonces no cumple la función prevista.



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AYUNO SEMANAL FRUTAL
 
La práctica del ayuno era habitual en las culturas ancestrales y es algo que nos puede ayudar muchísimo para recuperar el equilibrio perdido y eliminar obstrucciones de vieja data.

Como siempre, debemos abordar esta práctica con gradualismo y constancia, pues allí radica su eficacia. Por ello sugerimos un método sencillo de realizar (no hay que pasar privaciones) y totalmente seguro (no tiene contraindicaciones ni requiere supervisión externa): un día a la semana, satisfacer nuestro apetito exclusivamente con frutas.

 
Conviene elegir un día fijo, durante el cual desarrollemos poca actividad.

Una buena opción es el sábado, que está a caballo entre la semana laboral y el domingo familiar. Durante ese día nos limitamos a ingerir solamente frutas, toda la cantidad que queramos, pero preferentemente de un solo tipo, orgánica y de estación.

La menos recomendable es la banana, sobre todo si no está bien madura, dado su contenido amiláceo. Cada vez que sentimos apetito, lo saciamos con frutas. Podemos adicionar infusiones de hierbas depurativas.

 
Si nos sentimos con ganas, lo ideal es prolongar la depuración un día más: el domingo.

Tratemos de usar este tiempo para la introspección, el reposo reconstituyente y para percibir cómo el cuerpo responde al sosiego.

Podemos tener los síntomas de un profundo proceso de purificación: lengua pastosa, olor a alquitrán en la boca, fuerte  olor corporal, micciones frecuentes y urticantes, abundantes evacuaciones, eventuales mareos y dolores de cabeza.


Ello indica que el cuerpo está removiendo sustancias acumuladas en el tiempo y ello es lo mejor que nos puede suceder. Luego nos sentiremos aliviados y con mayor energía.

 
Una recomendación útil: cuidar que las comidas anterior y posterior al ayuno sean livianas y poco elaboradas, sin cereales refinados, lácteos, ni productos cárnicos y con predominio de verduras cocidas.

Por experiencia, recomendamos el puchero celulósico (ver Los Intestinos) como primer comida posterior al ayuno. También una banana bien madura y bien masticada es recomendable en este caso. 

 
Si somos constantes en la práctica de este tipo de ayuno, los resultados serán evidentes y luego sentiremos placer respondiendo al pedido del organismo por
un... sábado de gloria!!!


CORRECCIONES NUTRICIONALES

 
Como se habrá podido observar en las indicaciones nutricionales para cada emuntorio, hay una serie de coincidencias, por nada casuales y perfectamente
razonables a la hora de usar el sentido común y la lógica.

Los habituales errores nutricionales, de los cuales generalmente no somos conscientes y cuyo daño venimos acumulando por décadas, tienen un doble efecto nocivo en nuestra salud: mala calidad de renovación celular y alta producción de toxinas corporales.

 
Ninguna práctica depurativa podrá resultar efectiva si no rectificamos los errores que nos atiborran de tóxicos y  nos privan de sustancias esenciales para la buena química corporal.

Si comprendemos esto, habremos hallado la génesis (y al mismo tiempo la solución) de gran parte de los modernos problemas de salud que llamamos enfermedades graves y que responden a la combinación de los siguientes factores:

 
- Malfunción de los órganos de eliminación

-  Estado de acidosis (desequilibrio ácido-alcalino)


-  Baja inmunología (por estrés, carencias de nutrientes o excesos de toxinas)


-  Flora intestinal desequilibrada (por antibióticos presentes en alimentos y medicamentos, candidiasis crónica y carencia de fibra)


-  Disfunciones hormonales (procesos inflamatorios, resistencia a la insulina, etc.)


-  Exceso de fosfatos (por consumo de lácteos, gaseosas, conservantes, fertilizantes, etc.)


-  Carencia de nutrientes esenciales (magnesio, silicio, age, enzimas, vitaminas, oligoelementos, mucílagos, etc.)


-  Supresión de síntomas (abuso de medicamentos)


-  Exceso de estímulos (falta de reposo adecuado)


-  Inactividad física (sedentarismo)

 
 Por ello las siguientes recomendaciones genéricas a modo de compendio final, teniendo siempre en cuenta que cada uno deberá
personalizar la dieta, en función a su estado de salud, su actividad y su clima.

Extraido del libro:  DEPURACIÓN  CORPORAL  de Néstor Palmetti, Ed.

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