La amapola es una planta medicinal que tiene alturas promedio situadas en torno al medio metro de altura. El nombre binomial que le corresponde a esta especie es el de Papaver rhoeas.
El período de crecimiento de esta planta se extiende a lo largo de un año y suele dar inicio en los meses de otoño. Puede crecer bastante bien en todo tipo de terrenos y no requiere de grandes cuidados.
Esta especie posee flores que crecen directamente desde el suelo y en su proceso de maduración tienen una particular inclinación descendente.
Para sacar ventaja de todas las propiedades que nos ofrece la amapola lo más recomendable es recolectar las hojas de la planta.
Idealmente, la recolección de esta especie debe realizarse en los meses de primavera.
En la composición química de la planta de amapola encontramos sustancias como alcaloides, antociánicos y distintos principios activos. La amapola tiene efecto antiespasmódico, antitusivo y sedante.
Las formas de preparación básicas para la planta de amapola incluyen la preparación de una infusión, el uso de polvos y hasta extractos fluidos. La infusión de esta especie se prepara con 2gr de pétalos de amapola por cada taza de agua que vayamos a preparar.
Debemos calentar la mezcla por cinco minutos y dejar reposar. La dosis recomendada de esta infusión puede llegar hasta 3 tazas diarias.
Si estamos interesados en hacer uso de esta planta en forma de extracto, entonces, lo más adecuado será utilizar dosificaciones de unas 10 gotas por vez. Se recomienda repetir las dosis una vez más al día.
El polvo de planta de amapola, en cambio, debe tomarse en dosis diarias que no excedan los 3gr al día. Estas formulaciones podemos adquirirlas perfectamente en tiendas y herboristerías que comercialicen productos naturales. fuente
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