Calefacción
solar pasiva:
incluso si no puedes pagar un sistema de calefacción
solar para tu casa (que aún pueden ser bastante caros), si tienes
suficiente luz solar directa durante el invierno, implementar
calentadores pasivos de luz solar puede aumentar efectivamente la
temperatura interior y reducir la necesidad de fuentes de energía
externa.
Ventanas
aislantes o con sombra:
al bloquear la luz directa del sol de las
ventanas durante el verano y añadir cortinas aislantes en el invierno,
los hogares pueden mantenerse frescos en verano y cálidos en invierno,
sin necesidad de utilizar energía extra.
Secado Solar:
en una cultura en que la electricidad y el gas son bastante
baratas, tendemos a usarlas generosamente, especialmente para secar
nuestra ropa o calentar nuestros hogares o el agua.
Una manera efectiva
de reducir las emisiones de gases de invernadero o combustibles fósiles
es simplemente secar nuestra ropa al sol después de lavarla. De esta
manera, además, evitas que tu ropa se gaste demasiado y se acabe más
pronto.
Para aquellos que viven en lugares más fríos, se pueden
implementar estantes para secar telas en el interior de una casa. Tal
vez tarden más en secar, pero tanto el ambiente como tu ropa se
beneficiarán de ello.
Cargadores
solares:
los cargadores solares para teléfonos, iPods y otros
dispositivos te permite aprovechar la energía renovable de los días
soleados.
Rehúsa el agua de tu casa:
dependiendo de los reglamentos de tu país acerca de
la recolección de agua pluvial, puedes utilizarla para regar tus
plantas o lavar platos. Recolectar el agua después de bañarte en tina
también es una buena idea para ahorrar este recurso.
Toda esa agua sirve
después otras funciones como jalar el baño, por ejemplo.
Otro método es
tomar baños de regadera más cortos, o al estilo “marinero”, que es
apagar el agua mientras te lavas el pelo o te enjabonas.
Jalar el
escusado tantas veces también es una de las formas de desperdicio de
agua. Cuando sólo haya orina en el escusado, puedes prescindir de
jalarle.( o apretar el botón )
Harapos
reusables para limpiar:
como bien lo apuntó Bea Johnson, la reina del
“cero-desecho”, no tienen que utilizar toallas de papel para limpiar tu
casa; siempre puedes usar tiras de ropa vieja o toallas viejas para
limpiar todo, y además te durarán mucho más tiempo.
Germinar
y cultivar en casa:
aprender a germinar tus propias semillas es una
sencilla manera para entrar al mundo de los huertos domésticos, y es
mucho más económico y saludable. De esta manera puedes estar seguro de
que tus productos están libres de fertilizantes y no requieren mucho
espacio ni sol.
Limpiar
con productos verdes y caseros:
uno de los grandes problemas de
contaminación marina es el uso de detergentes tóxicos.
Hay maneras de
preparar tus propios productos de limpieza en casa, y también hay varias
marcas de detergentes ecológicos, tanto de trastes como de ropa, que se
pueden encontrar en el supermercado.
Vía EcoPortal
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