El aceite esencial de jengibre (Ginger) es uno de los más valorados
en la aromaterápia, ya que esta planta es una más potentes de la sabia
naturaleza. ¿Te imaginas tener en un frasquito la esencia (de grado
terapéutico) de varios sacos de esta planta?
Tiene un aroma cálido y picante que es energetizante y romántico.
Apoya el sistema digestivo, se usa habitualmente para combatir las
náuseas, los vómitos o los mareos asociados con el mareo en los viajes y
se ha estudiado por sus efectos suaves y estimulantes.
Es un tónico digestivo y sexual, reduce el dolor y es expectorante.
Podemos utilizarlo en casos de artitis, reumatismo, indigestión, desórdenes digestivos y mareos en viajes.
También podemos utilizarlo en casos de alcoholismo, pérdida de
apetito, artritis, infecciones respiratorias, congestión, tos, problemas
digestivos, enfermedades infecciosas, dolores musculares, náuseas, resfriados, sinusitis, dolor de garganta y torceduras.
Es un aceite suave y estimulante que da energía física y valor.
Aplicación
Inhalar directamente, difundir o tomar como suplemento dietético (con
una gota bastará para hacerte un té o una comida), te será de gran ayuda
en la digestión y eliminación de gases. El agua debe estar caliente, si
hierve se pueden destruir las propiedades del aceite.
Aplicar de 2 a 4 gotas en la zona afectada afectada, en los puntos Vitaflex o en los chakras.
Precauciones
Si estás embarazada o bajo tratamiento médico consulta con tu médico. Un
uso repetido puede resultar en sensibilidad al contacto. Evitar la luz
del sol directa después de su uso. Sus propiedades anticoagulantes
pueden aumentar al combinarlo con Warfarin, aspirina, etc. Mezclasde young living en las que esta presente el Jengibre
Abundance, Di-Tone, Magnify your Purpose y Live with Passion.
Ademas del aceite esencial, aquí os dejamos un texto que nos ha
enviado una amiga sobre las propiedades y
formas de uso de esta planta:
Esto es realmente algo fantástico! El Dr. Al Sears indica un analgésico que no tiene efectos secundarios.
Y lo más interesante es que usted probablemente ya tiene este analgésico
en su casa! Plantado en una maceta en el patio o jardín.
Los pedazos de jengibre pueden durar mucho tiempo fuera o dentro del refrigerador.
Sorprende, pero este analgésico se llama Ginger.
Durante siglos, el jengibre se ha utilizado en Asia para tratar el dolor las articulaciones, los resfriados y hasta indigestión.
El jengibre crudo o cocido puede ser un analgésico efectivo, incluso para enfermedades inflamatorias como la artrosis.
Esto se debe a que la inflamación es la causa raíz de todo tipo de problemas como la artritis, dolor de espalda, dolores musculares, etc.
Contiene 12 diferentes compuestos que combaten la inflamación.
Uno de estos compuestos disminuye los receptores del dolor y actúa sobre las terminaciones nerviosas.
Juntos trabajan casi lo mismo que los medicamentos anti-inflamatorios, tales como el ibuprofeno y la aspirina, pero sin los efectos secundarios.
Por lo tanto, si su intención es eliminar estos analgésicos, siga consumiendo jengibre. Estos son algunos consejos para que usted tenga una buena dosis diaria de jengibre:
Esto estimulará la circulación sanguínea y aliviará el dolor articular.
Beber té de jengibre: Es barato. Es muy fácil. El sabor es muy bueno.
Esta es una receta utilizada por el Dr. Al Sears:
* Cuatro vasos de agua;
* Un trozo de jengibre de aproximadamente 5 cm, pelado y
cortado en rodajas; * Limón y miel a gusto.
Si lo prefiere, utilice naranja en lugar de limón. Es muy bueno!
Procedimiento:
Hierva agua en una olla con fuego alto.
A medida que comience a hervir agregar el jengibre en rodajas, dejar a
fuego lento, tape la olla para que los vapores no salgan y mantener la
ebullición durante unos 15 minutos.
El té está listo!
Solo tienes que colarlo y añadir la miel y el limón o naranja. fuente
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Con la llegada del frío y el despertar de los virus, a nuestro sistema inmunológico le viene muy bien una ayuda extra para defenderse de los potenciales ataques al organismo.
La alimentación es clave a la hora de reforzar nuestras defensas
y consumir determinados productos puede procurarnos las vitaminas,
minerales y antioxidantes que necesitamos sin tener que recurrir a los
suplementos. Los cítricos de buena mañana, con su vitamina C y su poder alcalinizante, son una excelente opción para empezar el día. Pero hay más…
Alimentos fermentados:
casi todas las culturas han consumido durante siglos alimentos
fermentados. Ayudan a restaurar el equilibrio saludable de las bacterias
intestinales y mejoran considerablemente la digestión,
base fundamental para un sistema inmunológico eficiente. Beber un poco
de Kefir todos los días, comer pan de masa fermentada y aderezar
nuestros platos con salsas fermentadas resulta excelente para nuestro
organismo.
Aceite de Coco Virgen:
es muy beneficioso para la tiroides y por tanto para el metabolismo.
El aceite de coco es rico en ácido láurico, que en nuestro interior se convierte en monolaurina,
el componente de la leche materna que refuerza la inmunidad del bebé.
Como tiene buena resistencia al calor, el aceite virgen de coco se puede
utilizar para freír u hornear, en sustitución de la mantequilla.
Verduras ecológicas locales:
llenar la despensa con productos orgánicos, libres de pesticidas,
nos asegura una excelente fuente de vitaminas y minerales sin las
toxinas que alteran nuestra salud.
Es clave comer alimentos de temporada
y producidos lo más cerca posible, para evitar el deterioro que
ocasiona el paso del tiempo. Cultivar nuestra propia brócoli o pimientos
en la terraza de casa podría ser uno de los buenos propósitos para el
año nuevo. Es más fácil de lo que puede parecer.
Arándanos:
los arándanos silvestres contienen fitoquímicos de gran alcance, tales como la antocianina,
que proporciona su color azul y que tiene elevado poder antioxidante.
Entre sus efectos terapéuticos conocidos están la reducción de las enfermedades coronarias, los efectos antitumorales, antiinflamatorios y antidiabéticos, además del mejoramiento de la agudeza visual y del comportamiento cognitivo.
Hongos:
las setas
contienen una gran cantidad de vitaminas, incluida la vitamina D. Es
más, se trata de uno de los alimentos que puede ofrece este potenciador inmunológico.
También contienen beta-glucanos, que pueden activar o modular el
sistema inmunológico. Resultan especialmente beneficiosos los hongos
Reishi, Shitake y Maitake.
Alga Chlorella:
es un alga unicelular de agua dulce que atrapa las toxinas como el mercurio y las retira del organismo. La Chlorella también ayuda a procesar mejor el oxígeno, a limpiar la sangre y a promover el crecimiento y la reparación
de los tejidos.
El 40% de su peso, ya desecado, son proteínas, si bien
para su consumo debe estar procesada antes de ser incluida como
ingrediente de preparados alimentarios.
Té verde:
el té verde contiene polifenoles
en forma de sustancias químicas naturales llamadas catequinas. Estos
compuestos tienen muchos beneficios para la salud, con efectos positivos
en los cinco órganos vitales, especialmente el corazón, y pueden ayudar
a estimular el sistema inmunológico.
Ajo:
resulta un
ingrediente imprescindible en la dieta saludable, ya que el ajo es
antibacteriano, fungicida y antiviral.
En los guisos invernales se
convierte en el aliado de excepción ante las enfermedades de esta época.
Además de su conocido poder anticoagulante, este bulbo tradicional de la dieta mediterránea es un antibiótico natural con propiedades expectorantes, contra la tos y la ronquera.
Cúrcuma:
esta sencilla especia de color naranja brillante tiene una alta capacidad antioxidante y se sabe que es un agente anti-cáncer.
Su capacidad antioxidante es 8,5 veces más potente que la de las vitaminas C y E. La medicina ayurvédica
utiliza la cúrcuma como importante medicamento anti inflamatorio. Se
puede añadir a sopas, guisos y arroces para aportarles otro saludable
toque.
Pimienta Negra:
es la especia más popular y ya en la antigüedad se utilizaba para tratar la bronquitis aguda.
Contiene manganeso, hierro y vitamina K, mejora la digestión y la salud
intestinal. Al consumir pimienta se estimula la secreción de ácido
clorhídrico, esencial para digerir los alimentos y evitar así la
proliferación de bacterias que causan alteraciones gastrointestinales
como los gases, la diarrea o el estreñimiento.
Además de carminativa o
diurética, la pimienta también tiene capacidad antioxidante, antibacteriana y de estimular la descomposición de las células de grasa.
Orégano:
fresca o seca, el orégano es una hierba aliada cuando los catarros acechan. El orégano tiene capacidad antimicrobiana, antitumoral, antiséptica, tónica y digestiva.
En infusión resulta muy eficaz contra la tos, la afonía y las molestias
de garganta. Su agente activo, el ácido rosmarínico, es un poderoso anti-oxidante.
Canela:
esta especia originaria de Sri Lanka es un poderoso agente antimicrobiano,
letal para numerosas bacterias como la E. coli. También contiene
compuestos anti-inflamatorios, es relajante, beneficiosa para el corazón
y ayuda a reducir el colesterol, los triglicéridos y el azúcar en sangre.
Además de añadirla a postres y a guisos con tinte oriental, también es
una saludable costumbre incluir a la canela en la taza de café o cacao,
en zumos, infusiones, tostadas y cereales.
Clavos de olor:
los frutos del árbol del clavo, nativo de Indonesia, contienen eugenol, un poderoso antiséptico y anestésico,
de ahí sus beneficios en dolores de muelas y de garganta. En platos
como el arroz con leche el aroma del clavo resulta exquisito.
Jengibre:
este rizoma típico de la gastronomía asiática contiene gingerol, un supresor del cáncer.
El jengibre también es excelente para la digestión, alivia las
flatulencias y la inflamación de garganta. Además de ingrediente de
guisos y repostería, el jengibre permite elaborar deliciosas infusiones.
Si también añadimos una ramita de canela, tenemos un cálido tónico,
ideal antes de acostarnos.
Cayena:
el chile en polvo contiene beta-caroteno, un fuerte anti-oxidante y es una fuente considerable de vitamina C y A especialmente. La capsaicina, una de las sustancias responsables de la sensación picante, es un efectivo antibiótico y se ha demostrado que provoca la destrucción de las células cancerígenas en laboratorio.
Con todo, se considera saludable consumir comida picante, que además estimula las endorfinas
que nos dan sensación de bienestar, tan necesaria cuando bajan las
horas de luz. Una pizca de cayena en la taza de chocolate nos aporta
otra versión de la experiencia.
Tomillo:
los egipcios
ya utilizaban esta hierba para embalsamar a sus difuntos. La cocina
mediterránea también la incluye frecuentemente en sus recetas, para
adobar y aderezar.
Esta aromática planta contiene flavonoides y ácidos fenólicos
como el cafeico o el rosmarínico. La esencia se compone
fundamentalmente de timol y confiere a la hierba propiedades
tonificantes, estimulantes del apetito, espasmolíticas, antisépticas,
expectorantes y antifúngicas. Los ácidos fenólicos refuerzan la acción antiséptica.
El tomillo se ha empleado contra la tos ferina, las inflamaciones
crónicas de los bronquios, el asma, el dolor de estómago, los trastornos
digestivos y la diarrea. Con todo, una sopa de tomillo para entonar las
frías noches del invierno es una opción ganadora. Lo mismo que una
infusión de tomillo y saúco, si es que el catarro ya nos ha pillado.
LA EXPRESIÓN COMO FORMA DE ENERGÍA DEBE SALIR ,
CASO CONTRARIO IMPLOTARA Y LA ENFERMEDAD SERA LA SALIDA. Cabeza
Es nuestro centro de comunicación, el lugar desde donde
conectamos con el mundo. Si nos duele, es porque sus arterias se han
estrangulado y aceleran el pulso sanguíneo.
La sangre transporta
nuestros sentimientos (amor, aceptación, ira, odio o rechazo) y a través
de las arterias y las venas damos y recibimos amor.
El estrangulamiento
de las venas de la cabeza suele indicar, por consiguiente, una
incapacidad para expresar o recibir esos sentimientos. Cuello
Es el
puente entre la mente y el cuerpo. Un cuello con poca movilidad indica
la imposibilidad de ver en todas direcciones: se trata de una visión muy
rígida y limitada, que supone obstinación y una mentalidad estrecha.
Puede, también, constituir una reacción a un estrés extremo que nos
inculca el deseo de encerrarnos y limitarnos. Espalda
Es un espacio
donde se mezclan símbolos y significados. Ahí es donde dejamos todo lo
que no queremos ver o mostrar a los demás: es el lugar en el que
enterramos sentimientos y experiencias que nos han causado daño o
confusión.
Por otra parte, contiene la columna vertebral, el elemento
más importante de toda la estructura psicosomática, el pilar que
sustenta nuestro ser y sobre el que se asienta el resto del cuerpo.
El
dolor de espalda indica un deseo de evadirse de algo, de volver la
espalda a ello; o bien necesitamos librarnos de "un peso" que cargamos
sobre ella. Alergias
Es una respuesta hiperactiva por parte del
sistema inmunológico a un agente externo; esta respuesta se deriva de
una causa interna.
¿A qué somos realmente alérgicos? O ¿ante qué
reaccionamos de un modo hiperactivo? ¿Qué origina de verdad esa
irritación y la fuerte respuesta emotiva de nuestro organismo?
Las
alergias tienden a indicar un nivel profundo de temor, un miedo a
participar plenamente de la vida o a despojarse de las ayudas para ser
autosuficientes.
Además... ¿Nos servimos de una alergia para conseguir
cariño? Corazón
Como centro del amor y núcleo de nuestras
emociones, se asocia a toda la gama de sentimientos. Los ataques al
corazón son una situación desesperada a través de la cual el cuerpo nos
advierte que hemos ido demasiado lejos, que estamos prestando demasiada
atención a aspectos materiales o que estamos luchando por conseguir algo
de escaso valor real y no dedicamos suficiente atención a la familia o a
los afectos. Hipertensión
El exceso de tensión emocional se debe,
con frecuencia, a una alta presión sanguínea o una tensión nerviosa
intensa. La causa reside en un profundo temor y falta de confianza, la
sensación de que corremos peligro constante y debemos estar alerta. Esto
puede atribuirse a alguna experiencia traumática en el pasado. Una
respiración profunda y una total relajación son esenciales. Infecciones urinarias (cistitis)
Se debe a una falta de expresión de
los sentimientos negativos que tienen que ver con las relaciones (un 80%
de los casos de cistitis se manifiestan en un momento de ruptura), así
como a los temores y conflictos conectados con el renacimiento del
propio ser más allá de las relaciones con los demás. Pies
Son el
medio que nos permite guardar la estabilidad, avanzar y sentirnos
seguros en la relación con el mundo. Los problemas en los pies indican
un conflicto en la direccióny en la producción de movimiento, así como
una falta de seguridad y estabilidad en nuestro entorno. — con Maite Arenas.
El concepto de sostenibilidad ecológica fue introducido hace más de
veinte años por Lester Brown, quien lo definió una sociedad sostenible
como aquella que es capaz de satisfacer sus necesidades sin reducir las
oportunidades de las futuras generaciones.
Esta definición clásica de
sostenibilidad es una exhortación moral importante, pero no nos dice
nada sobre cómo realmente construir una sociedad sostenible. Por esta
razón, todo el concepto de sostenibilidad sigue siendo complejo para
muchas personas.
Lo que necesitamos es una definición práctica de sostenibilidad
ecológica. La clave para esta definición es darnos cuenta de que no
necesitamos inventarnos comunidades humanas sostenibles a partir de
cero, sino que podemos emplear como modelo los ecosistemas de la
naturaleza, que son las comunidades sostenibles de las plantas, animales
y microorganismos.
Puesto que la característica más destacada de la
bioesfera es su habilidad innata de conservar la vida, una comunidad
humana sostenible debe estar diseñada de tal manera que su forma de
vida, negocios, economía, estructuras físicas y tecnologías no
interfieran con la habilidad innata de la naturaleza para sustentar la
vida.
Esta definición de sostenibilidad implica que en nuestra lucha por
construir comunidades sostenibles, debemos entender los principios de
organización que han desarrollado los ecosistemas para sostener los
hilos de la vida.
Entender esto es lo que llamamos ecoalfabetización. En
las próximas décadas la supervivencia de la humanidad dependerá de
nuestra habilidad para entender los principios básicos de la ecología y
vivir en consecuencia.
Necesitamos enseñar a nuestros hijos –¡y a nuestros líderes políticos
y corporativos!- los hechos fundamentales de la vida, por ejemplo, que
la materia gira continuamente a través de la red de la vida; que la
energía que mueve los ciclos ecológicos fluye desde el sol; que la
diversidad nos asegura la elasticidad; que el desperdicio de una especie
es el alimento de otra especie; que la vida, desde sus comienzos hace
más de tres mil millones de años, no se hizo cargo del planeta
combatiendo sino hilando y trabajando.
Enseñar este conocimiento
ecológico, que es igualmente una sabiduría ancestral, será el papel más
importante de la educación del siglo XXI. Un nuevo paradigma
Entender por completo los principios de la ecología requiere una
nueva manera de ver el mundo y una nueva forma de pensar en términos de
relaciones, conexión, y contexto. La ecología es primeramente y
sobretodo una ciencia de relaciones entre los miembros de las
comunidades del ecosistema.
Para entender completamente los principios
de la ecología necesitamos pensar en términos de relaciones y contexto.
Este pensar contextual o sistémico implica varios cambios perceptivos
que van en contra de la corriente de la ciencia occidental tradicional y
la educación.
En lugar de ver el universo como una máquina compuesta por bloques de
construcción elementales, los científicos han descubierto que el mundo
material, finalmente, es una red de patrones de relaciones inseparables;
que el planeta en su totalidad es un sistema viviente, y autoregulador.
La visión del cuerpo humano como una máquina y de la mente como una
entidad separada se está reemplazando por una que no solo ve el cerebro,
sino también el sistema inmunológico, los tejidos corporales e incluso
cada célula, como sistemas cognitivos vivientes.
Esta visión ya no
considera la evolución como una lucha competitiva por la existencia,
sino que en cambio, la ve como un baile cooperativo en el cuál la
creatividad y el constante emerger de novedades son las fuerzas
conductoras.
Cuando estudiamos los principios básicos de la ecología en
profundidad, encontramos que están interrelacionados. No puede existir
ningún organismo individual aisladamente. Los animales dependen de la
fotosíntesis de las plantas para sus necesidades energéticas; las
plantas dependen en el dióxido de carbono que producen los animales, así
como también del nitrógeno que produce las bacterias en sus raíces; y
conjuntamente, las plantas, los animales y los microorganismos regulan
toda la biosfera y mantienen las condiciones que posibilitan la vida.
La
sostenibilidad, por tanto, no es propiedad individual sino propiedad de
una red completa de relaciones. Siempre implica a toda una comunidad.
Esta es la lección profunda que necesitamos aprender de la naturaleza.
La manera de sostener la vida es construyendo y alimentando la
comunidad. Todo está relacionado
Cuando enseñamos esto en nuestras escuelas, es importante para
nosotros que los niños no solo entiendan la ecología, sino la
experimenten en la naturaleza – en un huerto escolar, en una playa, o en
el nacimiento de un río- y que también experimenten la comunidad
mientras estudian. En caso contrario, podrían dejar la escuela y ser
ecologistas teóricos de primera línea pero importarles bien poco la
naturaleza, la Tierra.
La comunidad es esencial para comprender la sostenibilidad, y también
es esencial para la enseñanza de la ecología de la manera
multidisciplinaria que requiere. En las escuelas, hace falta integrar
varias disciplinas para crear un curriculum orientado ecológicamente.
Obviamente esto solo es posible si los profesores de las distintas
disciplinas colaboran, y si la administración escolar hace posible dicha
colaboración. En otras palabras, las relaciones conceptuales entre las
distintas disciplinas se pueden hacer explícitas solamente si hay
relaciones humanas correspondientes entre los profesores y
administradores.
Diez años de trabajo nos ha convencido de que la educación para la
vida sostenible se puede practicar mejor si toda la escuela se
transforma en una comunidad de aprendizaje. En dicha comunidad, los
profesores, alumnos, administradores y padres están todos
interconectados en una red de relaciones, trabajando juntos para
facilitar el aprendizaje.
La enseñanza no fluye de arriba hacia abajo,
pero existe un intercambio cíclico de conocimiento. El enfoque está en
aprender y todos, dentro del sistema, son tanto profesor como alumno.
En la visión convencional de la educación, los alumnos aparecen como
aprendices pasivos, y el curriculum es un conjunto de información
predeterminada, fuera de contexto. Nuestra pedagogía educativa para la
vida sostenible rompe completamente con este esqiema, involucramos a los
alumnos en el proceso educativo con ayuda de proyectos basados en la
vida real.
Esto genera una fuerte motivación e involucra a los alumnos
emocionalmente. En lugar de presentar información fuera de contexto
predeterminada, fomentamos el pensamiento crítico, las preguntas y
experimentación, reconociendo que el aprendizaje implica la estructura
del significado según la historia personal del alumno y su antecedente
cultural.
La Tierra es nuestro hogar común y crear un mundo sostenible para
nuestros hijos y para futuras generaciones es nuestra tarea común.
Las cinco prácticas de eco-alfabetización.
Con el objetivo de educar estudiantes que sean eco-alfabetos, el
Centre for Ecoliteracy ha identificado cinco prácticas vitales que
integran la inteligencia emocional, la social y la ecológica.
Estas son
descritas más ampliamente en nuestro libro Ecoliterate: How Educators Are Cultivating Emotional, Social, and Ecological Intelligence (Eco-alfabetización: cómo los educadores están cultivando la inteligencia emocional, social y ecológica), de donde proviene el texto a continuación.
Trabajamos para inspirar a profesores a que usen una variedad de
oportunidades de aprendizaje que ayuden a sus estudiantes a considerar y
aplicar estas prácticas en un rango diverso de contextos. Estas
prácticas permiten a los alumnos fortalecer y expandir sus capacidades
para una vida sustentable.
Desarrollar empatía por todas las formas de vida incentiva
a los estudiantes a expandir su sentido de compasión a otras formas de
vida. Al cambiar del modo de pensar dominante de nuestra sociedad (el
cual considera a los humanos como separados de y superiores al resto de
la vida en el planeta) hacia una visión que reconoce a los humanos como
miembros de la red de vida, los estudiantes amplían su cuidado y
preocupación para incluir una red relacional mas inclusiva.
Abrazar la sustentabilidad como práctica comunitaria
surge del conocimiento de que los organismos no existen aisladamente.
La calidad de la red relacional dentro de cada comunidad viviente
determina su habilidad colectiva para sobrevivir y florecer.
A través de
aprender sobre las asombrosas maneras de interdependencia entre
plantas, animales y otros seres vivos, los estudiantes inspiran a
considerar el rol de la interconexión en sus comunidades y a ver lo
valioso de fortalecer esas relaciones a través del pensamiento y la
acción cooperativa.
Hacer visible lo invisible
ayuda a los estudiantes a reconocer los múltiples efectos del
comportamiento humano sobre la gente y el medioambiente. El impacto de
la conducta humana se ha expandido exponencialmente en tiempo, espacio y
magnitud, lo que dificulta, si no hace imposible, la comprensión
completa de sus consecuencias.
El uso de herramientas que ayuden a hacer
visible lo invisible revela las implicaciones más extensas del
comportamiento humano y nos permite actuar en formas más acordes con la
vida.
Anticipar consecuencias no intencionadas
es un desafío doble de predecir las potenciales consecuencias de
nuestro comportamiento lo mejor posible, mientras que al mismo tiempo
aceptamos que no nos es posible prever todas las eventuales asociaciones
de causa y efecto. Asumiendo que el objetivo final es mejorar la
calidad de vida, los estudiantes pueden adoptar el pensamiento sistémico
y el “principio de precaución” como directrices para el cultivo de
formas de vida que defiendan más que destruyan la red vital. También
construimos resiliencia a través de apoyar la capacidad de las
comunidades naturales para recuperarse de consecuencias imprevistas.
Entender cómo la naturaleza sostiene la vida es
imperativo para que los estudiantes cultiven una sociedad que tome en
cuenta las futuras generaciones y otras formas de vida. La naturaleza ha
apoyado la vida en la Tierra por billones de años. Por lo tanto, a
través de examinar los procesos de la Tierra, aprendemos estrategias que
son aplicables al diseño de diferentes esfuerzos humanos.
El Center for Ecoliteracy ,
contribuye en avances en la educción y a la vida sostenible; es
conocido por su trabajo en cambios curriculares en educación básica
tales como ecología práctica e integrada a la vida diaria y cambios en
la alimentación de los niños. Fundado en 1995 por Fritjof Capra ha
logrado involucrar a profesores en todo el mundo.www.ecoliteracy.org
Fritjof Capra,Ph.D., físico y teórico de sistemas, es director fundador del Center for Ecoliteracy en Berkeley, California y con frecuencia da seminarios de gestión para los altos ejecutivos. Es el autor de cinco bestsellers internacionales, El Tao de la física (1975), The turning point (1982), Uncommon wisdom (1988), The web of life (1996), y Las conexiones ocultas (2002).
Sepp
Holzer, es un simpático granjero austriaco, que ha conseguido a su
manera una revolución en la permacultura, integrando el conocimiento
existente con su propias investigaciones y observaciones del entorno
como ya habíamos hablado de Emilia y su agricultura sinergíca,
ahora es el turno de Holzer, que ademas de ser un gran permacultor, se
dedica ademas a enseñar, comenzó por sus vecinos y actualmente da cursos
en varios países de Europa, al igual que Fukuoka el primer permacultor,
Holzer empezó con un terreno que consideraríamos de escaso o ningún
valor agrícola, demostrando que la permacultura es capaz de curar la
tierra y conseguir cosechas de las piedras, para aprender un poco mas de
este simpático agricultor compartimos hoy este documental, donde de
primera mano Holzer no enseña su permacultura.
El enfoque central
de la Permacultura Holzeriana es la regeneración y la curación de
tierras y paisajes a través de la construcción de espacios capaces de
retener agua. Esto a su vez permite una descentralización del acceso a
los recursos, como es la propia agua o la energía.
Los espacios se crean
con materiales de origen local que posteriormente captarán el agua de
la lluvia, permitiendo almacenarla en el subsuelo, mejorando el
equilíbiro hídrico de forma generalizada.
De esta manera el proceso de
desertificación se puede desacelerar, minimizándose el riesgo de
incendios forestales e inundaciones, cuyo daño para los seres humanos,
los animales y la naturaleza en general es enorme.
Una vez
establecido el equilibrio hídrico, se podrá plantar un bosque mixto o
cultivar biotopos de frutas y verduras en cantidades abundantes y
suficientes para el mantenimiento de los seres humanos (las medidas
aplicadas van desde la regeneración del suelo con plantas colonizadoras,
con comunidades de verduras y por medio de una interacción simbiótica
entre plantas y animales, hasta la creación de cultivos mixtos en
planteles elevados).
Sepp
Holzer enseña cómo estos conocimientos pueden ser aplicados en todos
los lugares del mundo.
Lo que tenemos que hacer según él es “volver a
aprender a pensar de manera natural” y “leer el libro de la Naturaleza”,
es decir, observar con atención los procesos de la naturaleza, entender
las interdependencias y aprender a dirigirla de tal manera, que los
sistemas cíclicos naturales y los sistemas autosustentables puedan
desarrollarse nuevamente.
Las umeboshi son ciruelas japonesas fermentadas con sal y hojas de
shiso durante un tiempo que puede estar entre uno y tres años.
Se han
utilizado tradicionalmente como alimento y medicina en China, Corea y
Japón, sobre todo en casos de intoxicación alimentaria, contaminación
del agua, diarrea o estreñimiento, hipo o hiperclorhidria, mareos en los
viajes y jaquecas.
Efectivamente, gracias a sus múltiples beneficios,
podemos considerar las umeboshi como un verdadero alimento-medicamento.
Es importante destacar que son un excelente remedio contra la fatiga.
El proceso de fermentación aumenta su contenido en ácido cítrico, que
el organismo utiliza para descomponer el ácido láctico cuyo exceso es
responsable de la fatiga y las agujetas, en dióxido de carbono y agua.
Además como son un producto muy alcalinizante, ayudan a mantener un
pH adecuado a nuestro organismo favoreciendo la asimilación intestinal
de minerales alcalinos como el hierro, el calcio y el magnesio. Así se
puede mejorar la anemia ferropénica, la osteoporosis y los estados
carenciales en general.
Si dejamos deshacer una pequeña cantidad de pasta de umeboshi debajo
de la lengua, y sobre todo si hemos comido alimentos grasos o en caso de
debilidad digestiva, notamos cómo desaparece la pesadez física y mental
ya que aportan enzimas que ayudan al proceso digestivo.
Las ciruelas umeboshi también mejoran la función hepática ya que
estimulan la formación y la secreción de bilis, mejorando así la
digestión y la metabolización de las grasas. Potencian la función
desintoxicante natural del hígado.
Sus bacterias beneficiosas optimizan la absorción de nutrientes y
normalizan el transito intestinal, sobre todo en casos de diarrea o
estreñimiento. Además ayudan a desintoxicar el intestino y en el
tratamiento de parasitosis, cándidas u oxiuros, de esta forma
reequilibran la flora intestinal.
Las encontramos enteras o en forma de pasta y, guardadas en una tarro
de cristal en la nevera, se conservan durante largos períodos. Debido a
la cantidad de sal que contienen, su uso está contraindicado en casos
de hipertensión severa. Un tesoro de la cocina macrobiótica
Según los principios de la Macrobiótica, los sabores ácido y salado
de las ciruelas umeboshi conducen la energía hacia abajo y hacia el
interior del cuerpo. En relación con los órganos, el sabor ácido tiene
afinidad con el hígado y la vesícula biliar, y el sabor salado, con los
riñones y la vejiga.
Desde el punto de vista energético, la combinación de los sabores ácido y
salado tiene un elevado poder contractivo eliminativo y desintoxicante.
A nivel mental proporciona concentración y despeja la mente, por lo
tanto es ideal para estudiantes, sobre todo en temporadas de exámenes.
Además, como el meridiano del hígado está relacionado con los ojos, al
mejorar la función hepática, se reforzará también la vista.
Debido a esta naturaleza ácida-salada y siendo un alimento bastante
concentrado, es preferible tomarlo en pequeña cantidad, pues en exceso
podría desmineralizar y secar los tejidos.
En la cocina Macrobiótica las umeboshi se utilizan como sustituto de
la sal sobre todo en la elaboración de cremas de cereales donde,
dependiendo de la cantidad total que se prepare, se puede llegar a poner
hasta una ciruela entera.
También se pueden preparar vinagretas mezclando una pequeña cantidad de
pasta de umeboshi con aceite de oliva virgen extra, perejil, ajo o salsa
de soja (en este último caso disminuir la cantidad de sal en la cocción
del alimento).
Este tipo de vinagretas resultan ideal para aliñar
ensaladas, arroces, verduras y todo tipo de pescado y carne, mejorando
su digeribilidad. En platos de arroces o verduras, se puede mezclar
directamente la ciruela troceada o la pasta.
Se pueden tomar en decocción, dejando hervir una ciruela en mínimo un litro de agua mineral durante aproximadamente media hora. Preparaciones
El ume-sho-bancha es una bebida ideal para combatir la fatiga, la
mala circulación y para activar el metabolismo. Se prepara añadiendo
media ciruela umeboshi triturada, cinco gotas de zumo de jengibre y unas
gotas de tamari en una taza de té de tres años.
El ume-sho-kuzu resulta muy útil en caso de trastornos intestinales y en
procesos gripales. En medio vaso de agua fría se disuelve una
cucharadita de café de kuzu, se pone en el fuego y removiendo se lleva a
ebullición.
Se deja hervir unos tres minutos removiendo. Se añade media
cucharadita de pasta de umeboshi y se toma caliente. Se puede elaborar
también con la ciruela. En este caso se tendrá que deshacer la ciruela
en un poco de agua en el fuego, añadir el kuzu ya disuelto en agua y
remover hasta que se espese.
Valor nutricional medio de la ciruela umeboshi (100 g)
ELEMENTO CONTENIDO %CDR
Calorías 33 kcal
Proteína 0,9 g 1,8%
Lípidos 0,2 g 0,26%
Potasio 440mg 22%
Calcio 65 mg 5,4%
Hierro 13 mg 72% Cdr
Fósforo 2,7 mg 0,4% Cdr
Fibra 3,6 g 12% Cdr
LA RECETA Espaguetis con pisto de umeboshi Ingredientes
100 g de espaguetis por persona
4 ciruelas umeboshi
aceite de oliva
1 Kg. de tomates
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cebolla grande
2 zanahorias
1 calabacín
1 hoja de laurel
1 cucharadita de azúcar
aceite de oliva
sal
pimienta
Elaboración
Pelar los tomates y quitarles las pepitas. Trocear. Cortar también
el resto de las verduras en trocitos pequeñitos. El calabacín no es
necesario pelarlo, pero sí hay que lavarlo bien.
En una sartén con un poco de aceite de oliva, sofreír la cebolla
junto con los pimientos a fuego lento hasta que la cebolla cambie de
color y se vuelva un poco transparente. Añadir la zanahoria y el
calabacín.
Remover y cocina por un par de minutos más. Añadir el tomate y
la hoja de laurel. Remover. Ajustar de sal y pimienta. Deja reducir el
tomate a fuego lento y listo (una media hora o 40 minutos, depende del
agua que tengan los tomates).
Una vez se haya acabo triturar cuatro ciruelas umeboshi en el mortero
hasta que quede una pasta bien homogénea. Mezclar con el pisto y
remover bien para que se integre con el resto de ingredientes.
Preparar los espaguetis en agua hirviendo con una cucharada de sal
según las instrucciones del fabricante. Escurrir los espaguetis y añadir
un chorrito pequeño de aceite de oliva y pimienta. Incorporar el pisto y
mezclar con los espaguetis. URL: http://www.larevistaintegral.com/?p=8239