La eterna juventud de momento es una meta inalcanzable.
Pese a
ello, nuestra sociedad valora mantener un aspecto joven, por lo que
mucha gente se resiste a envejecer apelando, entre otras cosas, a los
cosméticos.
Pero a nadie se le escapa que estos productos, que han
demostrado ser de ayuda, tienen un efecto limitado. Con el objetivo de
complementar al cosmético tradicional ha nacido una nueva tendencia,
pastillas de belleza que actúan desde el interior del organismo, que
están ganando aceptación en Estados Unidos y Canadá.
El
doctor Manuel Jiménez Ucero, autor de La Dieta Flash, pediatra e
inmunólogo, acaba de publicar Nutricosmética: alimenta tu belleza.
¿Por qué envejecemos?
Tenemos
fecha de caducidad. Somos una máquina energética, y como cualquier
motor, nuestro cuerpo vive en base a una oxidación, una combustión.
El
mismo oxígeno que es imprescindible para vivir es el que va liberando
pequeñas partículas que ensucian los mecanismos de combustión de las
células, las hacen viejas, muchas mueren, otras se deterioran y poco a
poco van perdiendo sus funciones.
¿Y cómo es ese proceso?
Si
de esa combustión salen radicales libres, electrones desprendidos del
oxígeno mal quemado, se genera una combustión acelerada. Teorías sobre
el envejecimiento hay muchas, pero la más defendida es la de los
radicales libres por combustión inadecuada, que hace envejecer los
procesos de metabolismo celular.
¿La clave está en las células?
Efectivamente.
El cuerpo también tiene sus mecanismos para defenderse y alargar la
vida: los antioxidantes internos, que con la edad vamos perdiendo.
También hay antioxidantes externos que frenan los procesos oxidativos
acelerados y que los tenemos que aportar desde fuera. No son difíciles
de encontrar ni caros, pero tampoco tenemos cultura de ayudar a nuestro
cuerpo a que envejezca más despacio. Y esto se puede conseguir.
¿Cómo?
Hace
años que se descifró la clave genética, y se ha descubierto que es
posible manipular los genes que intervienen en el envejecimiento a
través de las células madre, capaces de convertirse en cualquier tipo de
célula del cuerpo. De esa manera, se puede regenerar un páncreas, un
riñón o un hígado a partir de células del propio individuo.
¿Cuál es el mejor remedio contra el envejecimiento?
Hay
que cuidar el cuerpo con una nutrición adecuada, con hábitos
saludables, mantener el estado físico y aportarle aquellos nutrientes
pequeños y complementarios, unas 40 sustancias, que normalmente no le
damos por el desorden de vida que llevamos, pero que son necesarias.
¿Qué tipo de sustancias?
Vitaminas,
oligoelementos, minerales y antioxidantes de varios tipos, polifenoles,
beta-carotenos, provitaminas… Las grandes industrias no van a perder
nada, pero vamos a sanar mucho si en lugar de darnos medicamentos de
síntesis química, nos dan extractos concentrados de sustancias naturales
y sin adulterar.
Ahí está la clave de la nutricosmética y la
nutracéutica.
¿Qué son los nutracéuticos?
Son
un conjunto de sustancias, muchas de ellas esenciales, que el cuerpo no
puede fabricar y que han de ser aportadas desde el exterior por medio
de los alimentos o, en su defecto, por estos suplementos alimentarios.
Son alimentos que curan, que ayudan a sanar.
Y dentro de los
nutracéuticos estarían los nutricosméticos, aquellas fracciones de los
alimentos que nos ayudan a estar más jóvenes y guapos.
¿Por ejemplo?
Las
píldoras de beta-caroteno, que tiene el extracto provitamina A de seis
zanahorias, ayudan a que nuestros melanocitos reaccionen bien a la
exposición solar, nos protegen de los rayos ultravioletas y consiguen
que el bronceado dure más y sea más bonito.
¿La sustancia más curiosa de la nutricosmética?
Por
ejemplo, el chicle Fuwarinka, de la casa Kanebo, que se vende en Japón y
en Estados Unidos, y que contiene un polifenol extraído de frutos, que
tiene la virtud de eliminarse a través del sudor.
Han inventado el
chicle desodorante, que usted mastica durante 15 minutos y todo su
cuerpo exhala un maravilloso olor a rosas durante seis horas. Si su
pareja es golosa, también lo hacen con sabor a vainilla.
¿No puede ser tóxico?
Lo que está masticando es un polifenol natural, como si se comiera un tomate. La diferencia es que se elimina por el sudor.
¿Hasta qué punto está irrumpiendo con fuerza la nutracéutica?
El
año pasado, en Estados Unidos, la nutracéutica movió más de 12 billones
de dólares y la nutricosmética, que creció un 10% respecto al ejercicio
anterior, más de dos billones y medio de dólares. Pero Europa está
tardando en asimilar estos conceptos.
¿Por qué?
En
Estados Unidos y Japón, ha sido la presión social y la cultura popular
las que han impuesto la costumbre a los propios médicos.
En vez de
medicamentos para mejorar la calidad de los cartílagos, recetan
extractos nutricionales de cartílago de peces de aguas profundas que,
lentamente, pero sin ningún componente químico, van ayudando a que esas
articulaciones desgastadas mejoren.
¿Otro ejemplo?
El
arándano rojo americano tiene un poder antiséptico para la vejiga que
evita las infecciones por incontinencia en la mujer y por prostatismo en
el hombre.
La pequeña grosella venida de Estados Unidos y Canadá está
haciendo de vacuna de las infecciones y ayudando a evitar cánceres en el
futuro por infecciones repetidas.
¿Por qué en Europa cuesta más que entre la nutracéutica?
Mientras
que en Estados Unidos está muy definido cuáles son los patrones de un
nutracéutico y un nutricosmético, en Europa hay 27 normativas y 27
patrones de aceptación de un nutricosmético, nutracéutico o un
complemento nutricional.
No puedes legalizar nada en España, porque hay
que hacerlo primero en Bruselas, que lo autoriza siempre y cuando no
incumpla ninguna de las legislaciones de cada país. Y de esta forma está
funcionando la industria europea de los nutracéuticos.
¿La nutricosmética no puede ser perjudicial para la salud?
Si
el producto alimentario que se usa en la industria para extraer, por
ejemplo, un beta-caroteno, ha estado protegido con determinados abonos
químicos tóxicos, eso puede ir a parar al final de la cadena. Otro
factor es la mala manipulación.
Pero son contaminaciones externas
sobrevenidas. En principio, aunque tomes diez frascos de antioxidante no
vas a poder suicidarte con esto, porque estamos hablando de
concentraciones nutricionales y de elementos nutrientes concentrados en
unas dosis que en el mayor de los casos están a mil veces de su
potencial efecto tóxico.
¿Entonces?
Es
decir, uno de los factores más importantes de los nutracéuticos y
nutricosméticos es su inocuidad, pero eso conlleva, a la vez, una
necesidad, que es la continuidad. Si se toma durante 15 días, no sirve
de gran cosa, debe ser tomado persistentemente, con intervalo de
descanso.
Si buscamos un efecto visible, hemos de saber que no actúa
sobre la capa externa, sino desde dentro, y hasta que esa capa interna
aflore a la superficie como mínimo va a pasar entre un mes o mes y
medio; va a hacer su efecto intenso a partir de los tres meses, y a los
seis, la piel será muy distinta. Aconsejo a los escépticos hacerse tres
fotos durante este período.
¿A partir de qué edad se puede empezar a tomar nutricosméticos?
En Estados Unidos aconsejan empezar con cantidades mínimas a partir de los 30 años.
¿Qué son los “twincosméticos”?
Una
fórmula combinada de acción interna y externa. Se vende en Estados
Unidos, pero llegará a España. Todas las empresas grandes de cosmética
ya están trabajando en ello.
¿Los cosméticos tienen resultados más limitados que los nutricosméticos?
No,
hay cosméticos muy eficaces y el nutricosmético es complementario. El
cosmético persigue el efecto inmediato, mientras que el nutricosmético
trabaja desde la salud y la receta natural. Incluso, uno puede hacerse
su nutricosmético en casa. Con buenas costumbres, cuántos cánceres
pueden prevenirse, ¡muchos!
¿De qué manera?
Busquemos
en la naturaleza, y retrocedamos a cosas del pasado que se han usado y
se sabe que han ido muy bien, intentemos no meter la mano del hombre en
la confección de nuevas moléculas, que no sabemos cómo va a asimilar el
cuerpo humano.
¿La nutricosmética invadirá pronto nuestros armarios?
Y
usted tendrá en su tocador sus nutricosméticos, al igual que tiene sus
cremas y maquillajes, será una fiel adicta para que las multinacionales
sigan enriqueciéndose con nuevas fórmulas y caminos, pero eso sí, de
forma más natural.
¿Y en qué me beneficiaré?
En
no intoxicarse con otras cosas de contenido terapéutico, porque su
cuerpo estará más sano durante más tiempo. Además, no estaremos
vulnerando los intereses de los que nos lo venden.
En lugar de
comprarles medicamentos, les vamos a estar comprando concentrados
nutricionales naturales, como mínimo, es un mal menor o un beneficio
seguro.
¿Será posible algún día la eterna juventud?
No, pero sí alargar muchísimo una vida. En quince o 20 años podremos alcanzar hasta los 140 años en plenitud de funciones.
Fuente
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/alimentacion/index.html