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domingo, 18 de enero de 2015

Volver a Nuestros Origenes, para Ser Feliz...

7 pasos para ser feliz en un mundo pequeño y local


“Vamos a tener que renacionalizar y relocalizar todo el sistema productivo a medida que se demuestre que el alto precio del petróleo hace inviable seguir globalizando la economía (…) Eso significa que en las Navidades del 2010, amigo, ya no va usted a poder comer mangos (…) Yo de pequeño, en Navidad en Toronto, la única fruta que tenía era la compota de manzana en tarro de mi abuela.

A eso volvemos: a relocalizar y aproximar la producción al consumidor: EL MUNDO ENCOGERÁ. América no podrá permitirse importar como ahora 6.000 millones de dólares de comida china (…) No habrá más remedio. Lo exótico será de nuevo exótico… Y caro. Y lo local y artesano volverá a ser lo cotidiano… Como en nuestra infancia”
Jeff Rubin

¿Qué tiene que ver la globalización con la cocina alternativa?


Pues mucho, porque dicen los expertos que en breve dejaremos de comer cerezas en navidad y volveremos a las conservas caseras de antaño porque la economía low cost y de consumo desenfrenado es insostenible, llegará a su fin y la globalización ciega pasará el relevo a la comunidad y la proximidad.


El teórico principal de esta corriente es el canadiense Jeff Rubin, economista, experto energético y autor de “Por qué el mundo está a punto de hacerse mucho más pequeño” para quien el origen de la crisis económica no han sido las llamadas “hipotecas basura” sino el agotamiento del petróleo y que augura un retorno al

MUNDO LOCAL
:

alimentos cercanos que no hagan miles de km, la vuelta de los artesanos y la fabricación en la comarca, usar menos el coche, trabajar más cerca de casa y volver a hacer vida comunitaria.

Lo que está claro es que, sea por el ocaso del petróleo o no (estos autores no contemplan otras hipótesis energéticas como la energía libre), llevar una vida más sencilla y cercana a la naturaleza es una opción sana para todos que puede solucionar muchos de los males del mundo.

Y en la ilustración superior* se detallan 7 pasos para ser feliz en un mundo pequeño y local. Apostamos por ello:
1. Consumir productos de temporada. De este modo retomamos el contacto con las estaciones, cada una de las cuales nos premia con sabores y aromas varios

2. Descubrir las tiendas de barrio. Aunque ofrezcan precios algo más elevados que las grandes superficies, el trato familiar nos procura la sensación de pertenencia a la comunidad

3. Caminar más. Si nuestro trabajo está demasiado lejos para ir en bicicleta, como mínimo en el tiempo libre deríamos practicar el ejercicio más suave y saludable del mundo: caminar. Entre media hora y una hora diaria es una buena tónica

4. Trabar amistad con vecinos. Es muy agradable coincidir en la calle con personas con las que tenemos algo en común. Para ello, formar parte de algún club o asociación local sirve para estrechar lazos con personas cercanas

5. Conocer mejor nuestro entorno. Podemos pasar la vida en un sitio pero limitar los pasos a las mismas calles y lugares. Antes de salir a explorar el gran mundo, deberíamos conocer los secretos del pequeño mundo que nos rodea

6. Hacer fiestas en casa. Para no relacionar el hogar con la monotonía, invitar amigos a cenar u organizar veladas literarias es una manera de disfrutar de los placeres sencillos y a la vez sofisticados
.
7. Leer y escribir. Puesto que vivir en un mundo pequeño no implica ser estrecho de miras, un libro es la manera más cómoda y ecológica- y a menudo intensa- de viajar. Por el mismo motivo, al compartir nuestros pensamientos por escrito, por ejemplo a través de correo electrónico, ampliamos nuestro círculo social sin salir de casa.
Ilustración tomada de la revista Mundo Nuevo
Entrevista a Jeff Rubin

MAS INFO:  http://buenasiembra.com.ar/ecologia/articulos/eco-villas-un-desafio-301.html


Alimentación: Los Crudívoros apuestan a una dimensión totalizadora

Cultura "raw": los que comen hasta pasto

Tendencias.
Los crudívoros apuestan a una dimensión totalizadora: la salud, el cuerpo y el alimento (sin cocinar) se unen en un concepto integral.

Semillas, un alimento clave para los "raw" / Martín Bonetto

Semillas, un alimento clave para los "raw" / Martín Bonetto
El encuentro parece ritual, aunque no se realice en torno de una fogata sino de una licuadora. Es un aparato potente, que muele, alisa y transforma texturas, cantando -en el proceso- con elevados decibeles. Rodeado de alumnos vestidos con prolijos delantales, el chef Máximo Cabrera va a hacer con él una torta de chocolate. La noche ya pintó sus colores en el cielo, la atención es absoluta y, mientras "cocina", el maestro habla de biología, filosofía y hasta de política, aunque sin tiza ni pizarrón.

A la acción de la palabra le suma la exhibición de productos que va incorporando al vaso rugiente: el bagazo de la leche de coco, harina de almendras, harina de girasol, cacao amargo, sal marina, esencia de vainilla, aceite de oliva, azúcar mascabo... Jamás usará harina de trigo. Y cuando apague el motor, no meterá la mezcla horno. No sólo porque se trata de un postre frío: es además una receta raw (crudo, en inglés). Un pastel vivo, que alimenta pero no muerde ni patalea.

En la cultura raw, "viva" o "crudívora", como evolucionó el término en español porteño, el lema "somos lo que comemos" cobra una dimensión totalizadora: la salud, el cuerpo y el alimento se unen en un concepto único que domina la vida entera, del día a la noche. No se trata sólo de ingerir elementos del reino vegetal que no hayan sido cocinados (nadie puede vivir de ensalada) sino de pensar la comida como elemento de sanación, de obtención de energía y de búsqueda de una larga vida libre de enfermedades de la sociedad industrial moderna, como el Alzheimer o el cáncer.

Lo que se lleva al buche es interpelado minuciosamente más allá de sus cualidades nutricionales. Se busca lo orgánico, lo producido localmente. Comer, como diría Cabrera, es un "acto político"."Votamos cuatro veces por día", sostiene, en referencia al desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Sus alumnos asienten, aún con el gusto a chocolate en la boca. Delicioso gusto a chocolate.

Una vida raw es algo sumamente organizado, porque si no uno se muere de hambre: hay que preparar jugos, "activar" semillas y frutos secos de distinta clase, obtener "leches", productos fermentados y arreglarse con una variedad de ingredientes que no tengan origen animal (con excepción de la miel). Consumen pasto de trigo y alfalfa, al que confieren cualidades curativas muy potentes. Lo hacen en jugos "verdes", con alto contenido de clorofila.

A diferencia de los veganos, ellos jamás "cocinan" alimentos a más de 40 o 45 grados de temperatura, porque afirman que eso mata sus enzimas, destruye sus vitaminas. En cambio, los "disecan", un tratamiento que imita la temperatura del sol y que lleva muchas horas. Por lo tanto, a olvidarse de las papas, de los fideos... A las legumbres las germinan y comen sus brotes.
Pero hay que decirles adiós al guiso de lentejas, a la sopa humeante los días de invierno, a los aromas que invaden la casa desde la cocina, y que tanto bienestar y alegría nos causan.


Sin embargo, tampoco hay que ser un talibán, nos consuela Adriana Nielsen, del Raw Club Buenos Aires, una entusiasta de esta filosofía. "Con comer 70 % del tiempo, ya sos raw", dice, mientras exhibe quesos untables de almendras, castañas de cajú, pizzas de semillas. Su estilo surge de las enseñanzas practicadas por la doctora Ann Wigmore.

La historia cuenta que ella se curó del cáncer de colon siguiendo una dieta "viva". El Hippocrates Health Insitute de Palm Beach, Florida, es el encargado institucional de continuar con ese legado que no es aplaudido por todos los nutricionistas o el resto de la ciencia.

Comer para creer.
Cabrera, el chef de la licuadora (el arma raw por excelencia), reflexiona en una casa de Colegiales, luego de enumerar una larga lista de enfermedades produccidas -asegura convencido- por la ingesta exagerada de proteína de origen animal, los productos industrializados, las harinas y los azúcares. "No hemos repensado lo que comemos. Como cocineros nos debemos hacer esta pregunta.

No basta con que algo sea rico. Nos metemos dentro de la gente, le damos salud o enfermedad.
Yo asumí el compromiso de darle salud". A renglón seguido aclara que el "raw tiene que ser puro placer", porque si no les será imposible saltar las fronteras del gueto crudívoro y de las clases de yoga para llegar al público en general.

Pero, además de no cocinar y de usar ruidosos electrodomésticos, los crudívoros se basan en un par de cosas más. Nos lo cuenta también el cocinero Diego Castro, el primero en introducir en el país el concepto "raw gourmet", con su restaurante (ya cerrado) Verde Llama. Lo trajo directamente de Nueva York, luego de flashear con lo crudívoro en un restaurante del barrio Alphabet City.

En un rato, Castro preparará un licuado mega potente, que tendrá gusto a chocolatada, con lo que él llama "súper alimentos" o "súper foods". Entre ellos están la maca, una raíz peruana a la que se le atribuyen poderes afrodisíacos; la espirulina, un alga unicelular muy nutritiva; los goji berries, unos frutos rojos del Himalaya; las castañas de cajú (excelentes para preparaciones); la harina de algarrobo blanco; la harina de coca; la clorofila; las semillas o nibs de cacao...

La base del licuado será una leche de almendras: se deja un puñado de frutos en agua toda la noche. Luego se muele en la licuadora con agua fresca. Al separar el bagazo, se obtiene el producto buscado. Lo mismo se puede hacer con otras semillas (como el sésamo, el alpiste), otros frutos (las avellanas, las castañas de cajú) y con eso se hacen quesos. Cabrera nos convida con uno hecho con castañas de cajú que ha sido estacionado por tres meses: tiene la textura de un queso brie y, hay que admitirlo, es muy rico. Como dice Nielsen, "esta cocina es un juego".

Pero entre los súper alimentos, Cabrera y Castro coinciden en señalar uno especial: el kimchi.
Se trata de la preparación nacional de Corea, un plato que le ha dado identidad a ese país por los siglos de los siglos. Se hace con una especie de repollo, es salado y picante. Pero lo más importante de todo : es fermentado.

"El verdadero alimento vivo es el que ha sido fermentado. La humanidad no hubiera llegado hasta acá sin los fermentados: el pan, el vino, el yogur, el queso. Al dejar de comer fermentados y abusar de los ácidos, estás a merced de las enfermedades degenerativas. Empezás a contaminar tu cuerpo", cuenta Cabrera. El chucrut es otra buena opción para el que no le guste el kimchi.

Aunque todo esto suene tortuoso, hay cosas alucinantes de la dieta raw.
Adriana prepara un licuado de leche de almendras, cacao, una pizca de sal del Himalaya y unas gotas de esencia de vainilla que hasta cambia el humor para bien (algo difícil). Las preparaciones dulces son particularmente atractivas. Otras, como las pizzas de semillas, resultan demasiado digestivas. El "chori nori", una evocación que hace del chorizo Cabrera, usando algas y semillas, es delicioso.

Otra cosa queda clara: no se puede ser crudívoro de un día para el otro.
Es una dieta que exige estudiar, aprender técnicas, ir monitoreando las reacciones del cuerpo. No parece muy "raw" comer porciones suculentas. Se busca la saciedad con porciones chicas. Se dice que si da sueño después de comer es porque la digestión está sacando la energía y va a caer mal. "La gente puede prevenir desde otro lugar", asegura Nielsen, quien ha convertido una casona de Palermo Chico en un templo raw.
 ¿Me convidás otro de esos licuados? fuente

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/alimentacion/index.html

jueves, 15 de enero de 2015

Alimentos sabrosos que combaten la tristeza y la depresión...

¿Andas de bajón?
Estos  alimentos le darán un empujón a tu ánimo

Hoy me di cuenta que estoy deprimida. No sé si lo he contado públicamente antes, pero he sufrido varios episodios de depresión en mi vida. Me conozco los tratamientos, los medicamentos, los síntomas, los riesgos y las consecuencias de primera mano.

Pero, más que eso, sé reconocer cuando alguien está deprimido (lo que me ha ayudado muchísimo en mi profesión de Coach para ayudar a otras personas). Incluso si ese alguien soy yo misma.Y hoy me di cuenta que hace semanas que la depresión se me fue colando poquito a poquito hasta que me agarró desprevenida.

Y como sé que esto le pasa a muchísima gente, hoy quiero compartir contigo la solución 100% natural que he encontrado: 8 alimentos sabrosos (¡y hasta “pecaminosos”!) que combaten la tristeza y la depresión.

Un mal más común de lo que piensas

¿Alguna vez te has deprimido? Probablemente sí. La depresión y la ansiedad atacan a casi el 20% de las personas en algún momento de su vida.

De hecho, muchos de los problemas para perder peso que tienen personas como tú se deben a la depresión, o en cualquier caso a un estado de ánimo que no está óptimo. De allí surgen problemas que van desde los famosos ataques de ansiedad y atracones, hasta trastornos alimenticios mortales como la bulimia y la anorexia.

Cuando tienes depresión no sientes ganas de hacer nada. Incluso cosas que te gustaban antes, dejan de gustarte o interesarte. No tienes ganas de trabajar, y tienes problemas del sueño (o quieres dormir todo el tiempo, o tienes insomnio). Cualquier problema te parece muy grande, te entristecen demasiado las cosas malas que le ocurren a los demás (o los problemas mundiales) y todo te da ganas de llorar.

Te llegan a la mnte recuerdos muy tristes, sientes mucha soledad, y sientes que tienes demasiadas cosas sobre tu espalda (sentimiento de sobrecogimiento). Te cuesta demasiado tomar decisiones y lo evitas a toda costa. Quieres huir de donde estés, afrontar tu día a día se te hace demasiado pesado y duro. Tienes problemas para concentrarte, te cuesta pensar y recordar cosas. Te sientes totalmente fuera de forma y la vida ha perdido sentido.

¿Te suena familiar?

Pues si experimentas en estos momentos, o has experimentado antes, alguno de estos síntomas probablemente sufras de una depresión.

Y aunque todos podemos experimentar estos síntomas en algún momento de nuestra vida por circunstancias específicas, la característica de la depresión es que los síntomas son persistentes y no te abandonan a medida que pasan las semanas.

Así que para ayudarte a que esa depresión se vaya de tu vida y puedas disfrutar de tu día a día con una gran sonrisa en tu cara, incluye de ahora en adelante en tus comidas estos alimentos:

El triptófano es una sustancia que estimula la producción de serotonina, que es un químico de bienestar natural que produce tu cuerpo. El triptófano también está relacionado con la ansiedad por comer carbohidratos

Toma mucho sol (vitalidad) y come garbanzos bien cocidos con algas marinas
,,,eso también te ayudará a mejorar, y a ponerle color y ritmo, a tu estado de animo caido, jjj y por favor  riete mucho ...

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Nueces para la Depresión


Las nueces son una excelente fuente de grasas mono-insaturadas que son cardiosaludables, y también aportan proteína. Pero en lo que se refiere a la depresión, lo mejor de las nueces es que son una de las fuentes vegetales más ricas en omega-3.

El omega-3 es indispensable para la salud de tu cerebro, y es una excelente arma contra la depresión. El omega-3 también ayuda a adelgazar.

Pescados Azules para la Depresión

Y hablando de ácidos grasos omega-3, no hay mejor fuente de ellos que los pescados azules como el salmón salvaje, el atún, las sardinas o el verdel. Estos omega-3 no sólo ayudan a tu cerebro a luchar contra la depresión, sino que también son indispensables para tu salud en general (¡y para perder peso!). Los omega-3 mejoran la circulación, reducen la inflamación y disminuyen el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular.

Lácteos para la Depresión (no procesados)

La leche, el yogurt y los quesos naturales son ricos en calcio, vitamina D y proteína. Todos estos nutrientes son buenos para tu cuerpo por varias razones, incluyendo el ser anti-depresivos naturales. Eso sí, debes escoger las versiones completas (no descremadas) y más naturales posible, de preferencia sin pasteurizar (crudas o microfiltradas) y de origen orgánico, ecológico o biológico, que son las versiones más saludables y más ricas en nutrientes.

Carbohidratos Saludables para la Depresión

Los granos enteros como el arroz integral, la avena, el centeno y el trigo (de grano entero, no en harina), así como otros carbohidratos saludables como la quinoa y las patatas dulces o boniatos son necesarios para que tu cerebro pueda producir serotonina Mientras elijas versiones completas y naturales de los carbohidratos estos te ayudarán a estar libre de depresión y a deshacerte de la grasa de más.

Té Verde para la Depresión

El té verde es una fuente espectacular de antioxidantes, pero sus virtudes antidepresivas se deben a un amoniácido que contiene, llamado teanina. La teanina tiene el beneficio de ser un antiestrés y relajante natural, y eso ayuda tremendamente a evitar la depresión (o a deshacerte de ella si te está atacando).


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Cúrcuma para la Depresión


La cúrcuma, esa especia que se encuentra en el curry de la India y de Asia, es buenísima para mejorar tu humor. Además tiene propiedades anti-inflamatorias gracias a sus compuestos activos, los tumerones y curcuminoides, que se han asociado a un montón de beneficios de salud.


Chocolate Negro para la Depresión


Sí, leíste bien: el chocolate te ayuda a luchar contra la depresión. ¡Pero que sea del negro! es el único que sirve. El chocolate negro ayuda a liberar la serotonina y relaja las vías arteriales. Compra de los que son al menos 70% de cacao y come un trocito de postre o cuando sientas antojo

Un último consejo, de mí para ti


Además de que comiences a incluir estos alimentos en tu día a día (son todos 100% saludables y te ayudarán también a perder peso), te pido por favor que hagas algo hoy por ti.

Quiero decir, que te hagas un pequeño regalo.

Cuando estamos en depresión nos sentimos tan mal que sólo seguimos dándonos en la espalda con el látigo que tenemos en la mano: nos pesamos y se nos va el mundo, nos miramos al espejo y nos vemos horrible, la ropa no nos queda (o nos queda mal). Y empezamos a decirnos cosas feas: odio mi cuerpo, detesto mis piernas, soy horrible, estoy como una vaca, y cosas así…

PARA YA DE HACER ESO.
Yo sé que no es fácil, lo he experimentado en carne propia muchas veces (y por mucho tiempo). Pero hay que dejar de darse con el látigo.

Yo hoy decidí teñirme el cabello, arreglarme, estrenarme una blusa que tenía guardada, y usar un pantalón que me quedara cómodo, para sentirme bien.

Tú puedes hacer algo equivalente. En cualquier caso, por favor no te castigues con tus propias palabras.
Tú eres tu peor crítico, no lo seas más.

Y por favor comparte este artículo. La depresión es un mal silencioso muy común, es posible que alguien a quien quieras la esté sufriendo, así que no dudes en pasar el artículo a tus conocidos. La depresión y la ansiedad se pueden combatir y se pueden curar, no nos quedemos de brazos cruzados ante este mal que ya ha matado a mucha gente (incluyendo a uno de mis actores favoritos hace unos días: Robin Williams).

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/fitoterapia/plantas-para-combatir-la-depresion-605.html

martes, 13 de enero de 2015

Ecoaldeas y Permacultura, otra forma Natural de Vida...

http://buenasiembra.com.ar/ecologia/articulos/que-es-permacultura-818.html

La flor de la permacultura

Las evidencias arqueológicas demuestran que el modelo social original de los seres humanos consistía en juntarse en pequeñas “bandas” o clanes, de tipo igualitario, con relaciones estrechas entre sus miembros y muy cercanas a la Naturaleza.

Hoy en día necesitamos reinventar conscientemente formas de vida en común armoniosas y cooperativas. Por eso, sembrar, cultivar y construir comunidades y redes de comunidades son pasos fundamentales hacia un futuro más habitable y sostenible.

En tanto que prototípicos “centros de vida y aprendizaje”, en los que personas procedentes de culturas diversas y de diferentes líneas espirituales y situaciones económicas exploran la comunión sinérgica de abrazar juntos la diversidad, las ecoaldeas inspiran una nueva cultura global de paz y prosperidad.

Al generar una base cada vez más amplia de apoyo mutuo, respeto y amabilidad, podemos liberar el potencial e ingenio humanos para que trabajen en beneficio de todos. Si somos capaces de crear una cultura de paz entre nosotros, empezando por nuestros grupos locales, entonces, cualidades de tan positivos efectos tan positivos como la amabilidad, la confianza y la buena voluntad, tendrán una oportunidad para crecer y multiplicarse.


La industrialización y el sistema económico global han traído consigo un incremento en el consumo y un sentido de independencia; pero esto también ha venido acompañado por efectos secundarios desagradables y perniciosos, como son el individualismo predatorio, el aumento de la alienación social, una adicción cada vez mayor y el desmoronamiento de la familia.

El Sur global, en el que todavía se conserva gran parte del tejido social tradicional, tiene aun lecciones que enseñar al Norte. Puede que la organización social de la aldea tradicional, todavía viva en muchas partes del mundo, sea el modelo más sostenible a emular.

Quizás una gran parte del segmento menos consumista de la población mundial logre evitar el actual estadio de desarrollo super-individualista e industrializado y salte directamente a un futuro post-industrial basado en el conocimiento, el cooperativismo y la interdependencia entre ecoaldeas. Esta es una buena razón para insistir en la educación y el intercambio global como estrategias para una sociedad post-petróleo.

Una de las principales razones por las que la gente se siente atraída por la forma de vida de las ecoaldeas es la posibilidad de aumentar sus relaciones y oportunidades sociales. De hecho, éste podría ser el principal valor de las ecoaldeas.

Dentro del contexto de comunidad que ofrecen las ecoaldeas, los residentes disfrutan de numerosos beneficios que no tiene el inquebrantable individualista; beneficios como el de contar con un lugar seguro en el que criar a los hijos, en el que diferentes adultos pueden servir como modelos; disponer de más tiempo para la familia y para los amigos y dedicar menos tiempo a trabajos estresantes o a moverse de un sitio para otro; tener más oportunidades para crear negocios caseros o industrias artesanas, posiblemente en colaboración con amigos de la comunidad; a los padres les resulta más fácil integrar sus actividades profesionales con el cuidado de los niños; se tienen más oportunidades para dedicarse a actividades creativas como la música y el teatro, con tus vecinos; se pueden organizar regularmente comidas compartidas; es posible compartir oficinas, tiendas y otros espacios de recreo, lo que significa menos compras, menos gastos y, por tanto, no tener que ganar tanto; las asociaciones políticas a menudo tienen su centro en la propia ecoaldea; la gente se siente satisfecha con sus relaciones sociales, por lo que disminuye dramáticamente el consumismo y las adicciones; las ecoaldeas facilitan también la integración de las personas con diferentes capacidades, de los ancianos y de otros grupos de riesgo, de manera que éstos pueden disfrutar de una vida más plena e intensa.

No es de extrañar que nuestros antepasados se organizaran espontáneamente en pequeños grupos, manejables y responsables; las necesidades humanas básicas se satisfacen mucho más fácilmente de esta manera y queda más tiempo de ocio. Lo cual no quiere decir que la vida en comunidad no suponga trabajo.

De hecho, requiere un comportamiento vigilante y una mayor conciencia de las necesidades e idiosincrasias de otros. A las personas educadas en el paradigma hiper-individualista les cuesta aprender las sutilezas de esa relación constructiva, respetuosa y mutuamente beneficiosa, que se da en comunidad.

Al principio, y mientras uno se habitúa a ello, puede suponer un gran esfuerzo, hasta que finalmente se terminan reconociendo estas cualidades como parte de la herencia humana, como parte de nuestra condición humana. Construir comunidades cooperativas, armoniosas y socialmente saludables en un entorno no tradicional supone una labor cuyos inmensos retos no deben subestimarse.

Recuperar las conexiones perdidas, superando estancadas barreras de incomprensión y mala comunicación, exige una firme intención, clara y pacífica. Una de las razones más comúnmente citadas cuando un proyecto de ecoaldea o comunidad intencional se viene abajo es el conflicto.

Por ello, para crear comunidades exitosas es necesario entrar en un proceso de curación en el que, dejando de lado los tradicionales ciclos de dolor y violencia que recorren la historia humana, asumimos nuestra responsabilidad para comenzar de una manera diferente.

Este proceso de curación es necesario, y las habilidades sociales constructivas y curativas que precisamos se pueden enseñar y aprender.

Podemos desarrollar unas relaciones humanas pacíficas y productivas como resultado de una elección consciente y deliberada, sin tener por qué dejarlas al azar o al capricho.
Este es uno de los temas que se verán en el curso de diseño de ecovillas.
Más info http://goo.gl/v14Wdl

 http://buenasiembra.com.ar/ecologia/articulos/que-es-permacultura-818.html

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nuestra Huerta en Patios y Terrazas...

Convertir una parte de la terraza o el patio en un pequeño huerto productivo es una opción que cada día gana más adeptos.

A efectos de consumo, su rentabilidad no es tanto económica como la posibilidad de saber exactamente qué se está comiendo. Y, por experiencia, el sabor de lo que uno mismo produce, sin pesticidas ni abonos químicos, es mucho mejor.

Por: IGNACIO LILLO


Para hacer un buen huerto casero, primero hay que elegir el envase, con una profundidad de unos 15 a 20 centímetros y un buen drenaje. lo mejor es construirlo uno mismo, con madera de palés; aunque realmente sirve cualquier jardinera alargada, para que quepan varios plantones. Si es de barro modulará mejor la temperatura.

El ‘terreno’ se prepara con una cuna de pequeñas piedras al fondo, para dejar huecos y que las raíces obtengan oxígeno. Sobre esta, en vez de tierra, se puede llenar con sustrato y compost vegetal, mucho más fértil.

Este se puede adquirir en viveros, pero también cabe la posibilidad de pedir un poco de estiércol en una cuadra o fabricarlo en casa, con restos vegetales triturados y enterrados.

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La ubicación de la jardinera es clave, pues para que den frutos las plantas tendrán que tener un mínimo de cinco horas de luz, si son cultivos de invierno, y estar a pleno sol durante todo el día si son de verano.

¿Qué cultivar?


Todas las plantas no son iguales, y las que crecen con más facilidad en terrazas urbanas son las lechugas, las acelgas y las espinacas, de otoño a primavera (también hay variedades de verano); y los pimientos, en los meses estivales.

Los tomates se plantan en primavera, pero son complicados y sufren mucho las plagas, aunque los de la variedad ‘cherry’ y los de perita se desarrollan mejor en este tipo de espacios reducidos. También se puede probar con calabacines, berenjenas, pepinos y judías. Los plantones se compran en casi todos los viveros.

Hay que informarse del ciclo de vida y el espacio necesario para cada producto, para lo que existen numerosas guías en papel y en Internet. Por ejemplo, las lechugas se pueden ir deshojando conforme crecen, de fuera hacia dentro, pero habrá que cortarlas de raíz pasados de 45 a 60 días, porque se ‘suben’, esto es, se desarrollan y ya no se pueden comer (saben amargas).

El riego deberá ser mucho más frecuente que si se cultiva en el campo. Un truco simple para crear un sistema rudimentario de riego por goteo, con una garrafa de agua a la que se le hacen agujeros muy finos. Si se hace a mano la frecuencia dependerá de la época del año, pero en verano habrá que hacerlo una vez al día (incluso más si hay terral).

Es importante tener cuidado al verter el agua, para que no salpique, porque se perdería el sustrato y se dejarían las raíces expuestas. Para evitar la evaporación, se puede hacer un lecho de paja o corteza sobre el terreno.

Siempre que sea posible, conviene recoger y utilizar el agua de la lluvia, mucho más rica que la del grifo.

Abonado


Aunque el terreno ya estaba preparado para aportar nutrientes, no se puede olvidar que una planta necesita minerales para crecer, en especial fósforo, nitrógeno, potasio y magnesio, pero también hierro y cobre, entre otros. Estos se pueden aportar mediante abonos ecológicos, para evitar los químicos.

Se puede usar estiércol, el compost de lombriz, el procedente de reciclaje (industrial o de fabricación propia) y el guano, de venta en viveros.

Es muy posible que las plagas ataquen al huerto, y nuevamente se pueden combatir sin necesidad de productos artificiales. El pulgón se puede atajar con un cepillado de las hojas y con un pulverizador de una mezcla de agua y jabón doméstico.

También hay insecticidas naturales, como las piretrinas.

Para los hongos, como el oidio, hay que retirar las hojas enfermas y en casos graves espolvorear azufre. Algunas plantas aromáticas, como la lavanda, el romero y la salvia, actúan como protectores.

También es bueno, por su doble uso -culinario y defensivo- intercalar albahaca, menta y tomillo.

Si ha llegado hasta aquí, ya está listo para degustar una ensalada o un revuelto preparado con los frutos de su cosecha. fuente

MAS INFO:
http://buenasiembra.com.ar/ecologia/agricultura/curso-gratis-de-huerta-organica-online-difundir-1438.html

martes, 30 de diciembre de 2014

Una Saludable Curación con Ajo y té de Jengibre...

Curación con ajo y té de jengibre
para eliminar enfermedades

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Este es un té excepcional para combatir enfermedades como la bronquitis, además da un gran impulso a tu sistema inmunológico para mantenerte a raya de otras enfermedades debido a el gran factor de nutrientes que incluye esta receta.

Té curativo con raíz de jengibre

Ingredientes:

3 limones cortados lavados y desinfectados (usar el limón entero: semillas, cáscaras, pulpa)
3/4 de raíz de jengibre fresca
2 palitos de canela
1-2 vainas de vainilla

Instrucciones:
1.- Hervir en 3/4 litro de agua y luego cocinar a fuego lento durante 20-25 minutos.

2.- Cuela todo una vez pasado ese tiempo y reservar.

3.- También opcional puedes hacer alrededor de 3-4 tazas de té de menta con un gran ramo fresco de menta.

Una vez hervida y colada agregarla a la otra mezcla, o bien incluir las hojas de menta en la primera cocción. Endulza con miel de abejas pura.

4.- Beber durante el día, no calentar en microondas ya que destruye los nutrientes.


Limpieza interna con ajo



Mientras haces esta curación con este té delicioso, puedes también a la par hacer esta limpieza interna con este maravilloso alimento como lo es el ajo, ya que previene el cáncer de colon (si lo empiezas a incluir más en tu dieta).

Puedes hacerlo a la par o puedes hacerlo por separado en otro momento.
Son realmente muy eficaces si lo haces correctamente, ya sea durante la enfermedad o como prevención.
Una limpieza de ajo es fácil, pero se recomienda hacer si pasas un fin de semana en casa.

Instrucciones:
Asar un bulbo de ajo con todo y cáscara hasta que estén tiernos los dientes.
La cantidad que se ingerirá es de alrededor 6 dientes mujeres y 7-8  hombres durante el día.
Consume (a pesar del olor que expedirá tu cuerpo en las próximos 24 horas) y permite que haga su trabajo.

Come alimentos ligeros y ricos en nutrientes: vegetales frescos y proteínas fáciles de digerir durante el día.

No consumas azúcares refinados.

El té de curación se puede dar para todas las edades, la limpieza con ajo en cantidades grandes es para adultos.

Investigación y redacción: equipo de Vida Lúcida


lunes, 29 de diciembre de 2014

Hallan un insecticida natural en las semillas de Chirimoya....


Hallan un insecticida natural en las semillas de una fruta del Norte

Investigación de la Universidad Nacional de Tucumán.

Es la chirimoya. Fabrica una sustancia para inmunizarse de hongos. Se podría utilizar como repelente doméstico.
El perfume del alcanfor o del eucaliptus cautivan al olfato humano, pero espantan insectos. Las hojas y tallos de otras plantas tienen sabores amargo o picante que disuaden a los mamíferos que quieren masticarlas.

En la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) investigaron estas características repelentes de las plantas. Y hallaron que las semillas de chirimoya “fabrican” una sustancia protectora. La planta se inmuniza así ante hongos y bacterias, además de espantar a las aves porque su sabor y olor les repugna. Un plaguicida natural que no daña el ecosistema.

“Las plantas fabrican estas sustancias para proteger a las semillas contra la depredación, para que no las coman las aves, y sean resistentes a hongos y bacterias. Incluso las ‘ponen’ en la punta de los brotes, como sistema defensivo”, dijo a Clarín la profesora titular de la UNT, Alicia Bardón, quien es doctora en química, investigadora del CONICET y la primera rectora de la universidad, que este año cumplió un siglo.

La chirimoya de Tucumán es autóctona en parte del norte argentino y ejemplares de la misma familia existen en los valles andinos de Perú y Ecuador. “Las plantas a lo largo de su evolución han fabricado sustancias que las defienden de insectos y microorganismos en general, pero también de la predación de animales como aves y mamíferos. Las plantas son sofisticados laboratorios de fabricación de sustancias de las más variadas estructuras químicas”, explicó Bardón.


El hallazgo de este insecticida natural es clave para el futuro de la producción orgánica en huertas, por ejemplo. El bioensayo de los investigadores tucumanos les permitió lograr un extracto de acetogeninas de la semilla de chirimoya que es plaguicida.

Muchas acetogeninas son potentes anticancerígenos.


El insecticida natural pasó el examen y “es tóxico para los insectos, no para el ecosistema, por ejemplo para los peces o mamíferos”, explicó Bardón. Y avanza como insecticida doméstico, sin efectos secundarios. Otra ventaja: como la pulpa de la fruta es dulce y nutritiva se puede comer como postre o para hacer jugos y mezclar con otros, como el de naranja o maracujá.

El beneficio hogareño frente a otros insecticidas químicos es enorme. No hay efectos secundarios para los habitantes de la casa, en especial los bebés, ni para las mascotas.

Bardón y su equipo buscan “sustancias con las que las plantas se defienden de los predadores a su alrededor. En su evolución han fabricado sustancias contra hongos, bacterias e incluso mamíferos”.

La rectora explicó que son esencias “antialimentarias”. “Algunas son volátiles repelentes (aroma), otras disuaden de comer cuando el insecto se asienta en la planta y otras sustancias son tóxicas”. En este caso, el insecto come una hojita y se ve inhibido de crecer o desarrollarse. “Por ejemplo las larvas quedan muy pequeñas o el insecto se intoxica y muere”, agregó.

En el caso de los cultivos de Tucumán, este extracto de chirimoya sería útil en “plagas del maíz, una plaga de la zona, también del nogal y del algodón”. La investigación continúa con otras plantas, sean o no autóctonas. “Extraemos de la planta, mediante un solvente, un extracto que probamos con insectos.

Si el extracto intoxica a la larva, o la disuade de comer o cambia su metabolismo, separamos la sustancia tóxica para los insectos”. El resultado es ecológico porque se evita la acción de químicos que podrían dañar a seres humanos y al resto del ecosistema.

Cómo usarla en casa


Antes de que la industria haga un repelente en base a chirimoya, la científica Alicia Bardón da un consejo: “La gente puede usar la semilla molida, haciendo un extracto con alcohol etílico y agregando agua.
Con esa solución se puede pulverizar en la casa, el jardín o la huerta”. fuente

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