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jueves, 6 de octubre de 2016

BERNIE SIEGEL: El amor como guía hacia la salud

BERNIE SIEGEL: 

El amor como guía hacia la salud





EL DOCTOR BERNIE SIEGEL SE DEDICA (JUNTO A SU ESPOSA BOBBIE) A DAR CHARLAS Y DIRIGIR TALLERES POR TODO EL MUNDO PARA CONOCER Y APRENDER A USAR LA FUERZA DEL AMOR, ESTIMULAR EL POTENCIAL SANADOR DE TODA PERSONA ANTE LA ENFERMEDAD Y PODER DISFRUTAR DE LA VIDA EN CADA MOMENTO.


El DR. BERNIE SIEGEL (quien prefiere ser llamado BERNIE) es profesor universitario de medicina y se dedicó a la cirugía general y pediátrica hasta que en 1989 se retiró de sus actividades profesionales. 


BERNIE creó en 1978 la institución Pacientes Excepcionales con Cáncer, de terapia individual y grupal en la que se trabaja con los sueños, visualizaciones y dibujos de los pacientes para ayudarles a estimular el potencial sanador presente en todas las personas. 


Actualmente, el interés del DR. BERNIE SIEGEL se centra en la humanización de la atención médica y en promocionar la introducción de la relación entre cuerpo y mente en los estudios académicos de medicina.



¿Qué son las emociones?



Las emociones son químicas. La risa y la felicidad pueden significar, para todas las células del cuerpo, un mensaje sanador que refuerza la vida; mientras que la culpa y la desesperación pueden generar mensajes destructivos. 


Es fascinante la forma en que determinados pensamientos provocan cambios en el cuerpo: si eres feliz, tu cuerpo lo sabe y si te deprimes y pierdes la esperanza, también. 


Todo el mundo conoce casos de enfermedades de difícil solución pero que se han curado cuando las personas en cuestión han encontrado la fuerza interior para combatirla.


SIEGEL apunta que “la profesión médica está aprendiendo que no se puede entender la enfermedad a menos que se entienda a la persona que la tiene porque el cuerpo y la mente son una unidad que se mantiene por mediación de los nervios y las moléculas”.


La enfermedad y la muerte no deben verse como signos de fracaso; el único fracaso es no vivir. Lo importante es saber disfrutar el momento y sacar provecho de él. 


Todos vivimos un tiempo limitado por lo que se debe empezar a pensar en cómo utilizar este tiempo desde ahora mismo.


Sin embargo, las acciones del mundo actual parecen decir que estamos más interesados en morir que en vivir. Aunque la humanidad ha progresado muchísimo, todavía no se pueden resolver todos los problemas con medios artificiales. Por tanto, si se destruyen los mecanismos naturales de autocuración del planeta, nosotros moriremos con él.


El DR. SIEGEL reflexiona un planteamiento médico que él mismo llama “levántate y anda” centrado en mantener y reparar el cuerpo en vez de curarlo, porque mientras podamos andar y actuar pensaremos que estamos curados. 


“El dolor puede sanar nuestra vida y generar nuevo amor”. Debemos reunirnos, sentarnos en grupos y escucharnos unos a otros para que podamos curar nuestro dolor y aprender después a mejorar nuestras vidas.


Enfrentarse al miedo



Para vivir y conservar la salud es necesario enfrentarse a los propios miedos. 


A medida que se aprende a luchar por la vida y a tratar con el miedo, se va teniendo más paz interior. Esto se debe a la toma conocimiento de que se es capaz de manejar lo que venga sea lo que sea.



Es importante examinar las metáforas de nuestros miedos, aprovecharlas y aprender de ellas. 


En los talleres de terapia del DR. SIEGEL se trabaja con las visualizaciones de los pacientes. Una de las imágenes que el doctor hace que la gente visualice es la de un niño que llora: “Imagínate que tu casa es una guardería y que en una cuna hay un bebé que llora. 


Imagina que ese bebé es el mayor de tus miedos o de tus problemas. Tómalo en brazos, acarícialo, y mira que sucede con tu miedo. 


Date cuenta de que el miedo no eres tú y mantenlo a distancia. Tú no eres el miedo; él está separado de ti. De esta manera puedes empezar a penetrar en tu propia oscuridad, abrazar tu miedo y tu dolor, y aprender de ellos.” Pero la clave está en tener la fe que se necesita para hacerlo.



Desarrollar la fuerza interior



BERNIE nos anima a tener la fuerza interior y la capacidad necesarias para afrontar todos los problemas. 


“Entonces podremos mirar a nuestro propio corazón, escucharnos, recurrir a nuestras fuerzas y a las de nuestros seres queridos y superar de una forma saludable cualquier dificultad”. 


La cuestión no es saber quién tiene el peor problema, porque todos tenemos problemas, sino inspirarnos los unos a los otros para afrontarlos.


La vida es una oportunidad para que cada cual haga, a su manera, su contribución de amor. Pero hay personas que tienen tanto miedo de arriesgarse que se matan sin hacer nada en vez de vivir de lleno su vida. 


Todos deberíamos encontrar la fuerza que llevamos en el interior para nutrirnos de ella y usarla para vivir plenamente.


Según el DR. SIEGEL, el objetivo de nuestra vida aquí deriva del uso de la libre elección en hacer las cosas por amor. “En el Paraíso no había esta opción porque sólo había amor. 


Sin embargo se concedió la libre voluntad para que pudiera haber propósito e intención. Fue a partir de entonces que la expresión del amor pasó a ser importante porque era el resultado de una elección”.


Pero, a partir del momento que despertó esta consciencia de elección surgió un nuevo riesgo: la elección entre ser creativos o ser destructivos. 


El verdadero reto actual de la humanidad está en querer crear un mundo de personas que aman, gente que instintivamente toma esta opción que les cura a ellos, a la sociedad y al planeta.


Elección personal


El mensaje vital y positivo que BERNIE comparte para todo el mundo es que“nuestra meta debe ser aprender a vivir jubilosamente porque estamos aquí para aportar amor”. 


La manera de ser feliz para el resto de la vida es hacer algo por las otras personas; por lo que decidir qué hacer para contribuir al mundo nos proporcionará un enorme bienestar personal.


Pero, ¿qué pueden hacer las personas para iluminar el camino de la vida? BERNIE cree que “cada uno de nosotros puede convertirse en una antorcha y consumirse plenamente con el amor que la enciende”. Hay muchas personas que se apagan porque no viven su vida con amor y, tristemente, mueren con esta capacidad sin usar. 


Cada uno de nosotros se debería consumir con amor, tan plenamente que no quedara nada cuando nos fuéramos. 


“La paz, el amor y la curación están ahí para cada uno de nosotros. Sólo debemos recoger la antorcha el iluminar el camino”.


Lo verdaderamente auténtico es cuando se da amor y no se espera nada a cambio. No es necesario que nadie aplauda cuando se hace algo especial por otra persona. La recompensa está en lo que se hace.



La vida continúa


Parece que hoy sólo existen dos aspectos importantes: la conservación del planeta (en su sentido físico) y la educación de los niños. 


Según BERNIE somos tan capaces de hacer lo uno como lo otro. Pero los que aman de verdad elijen opciones que expresan la profundidad de su amor por todos los seres e incluyen de forma natural la conservación y la preservación del planeta para que la vida pueda continuar.


Cuando aceptemos nuestra propia mortalidad podremos por fin empezar a conseguir que nuestro tiempo aquí sea precioso y darnos cuenta de nuestra unidad con la inteligencia creativa. 


La muerte no es un error contra el que hay que luchar, sino una culminación natural del ciclo de la vida. Vale la pena recordar que no podemos vivir para siempre pero sí debemos vivir la vida en toda su plenitud.



HUMANIZAR LA ATENCIÓN MÉDICA



El DR. BERNIE SIEGEL cree necesario que las facultades de medicina enseñen a los futuros médicos la importancia de expresar sus sentimientos y de compartir las dificultades que se les plantean, participando en reuniones y clases, hablando entre ellos de su desconcierto y su dolor. 


“Lo que es abominable es la formación y las prácticas de los futuros médicos, durante las cuales no se les da el apoyo y la educación que necesitan para no terminar despersonalizando a la gente”. 


En parte esto se debe a que las personas que les enseñan tampoco se han enfrentado a estos problemas realmente. Pero, a menos que se conceda a los estudiantes y a los pacientes el derecho de expresarse y de exigir lo que necesitan, el cambio será muy lento.


Son muchas las formas en que se podría humanizar la atención médica. 


BERNIE insiste en que los médicos hagan personalmente la prueba de cómo es el estar enfermo. “Me gustaría verlos en un hospital donde nadie los conoce, con un diagnostico de una enfermedad que no pone en peligro su vida. 


Pasando así una semana, ingresados, podrían comprobar de qué forma se trata a los enfermos”.


Los pacientes deben formar parte del proceso de formación de los médicos, aprender que están tratando con personas, no sólo con enfermedades, y que la gente no es lo mismo que los casos que salen en los libros de texto.


El DR. SIEGEL continúa diciendo que otra cosa que enseñaría a los médicos es comunicación. “¿Cómo decirle a alguien que tiene cáncer sin quitarle al mismo tiempo la esperanza?”. 


Los papeles de autorización que se hacen firmar a los pacientes son, por sí mismos, destructivos. Nadie ha enseñado a los médicos a redactarlos de tal manera que no provoquen creencias negativas ni efectos colaterales en los enfermos.


Es necesario que los médicos aprendan que palabras como ataque y muerte son destructivas cuando se las entiende en el nivel consciente y en el inconsciente, simultáneamente. 


“No sólo nuestras medicaciones y operaciones tienen eficacia; también las palabras pueden curar o matar”. De hecho, los médicos pueden acortar realmente la vida de un individuo cuando, con lo que dicen, le está quitando la esperanza.



Hospital de ¿hospitalidad?



La palabra hospital deriva de hospitalidad pero tendría que convertirse en un lugar más “hospitalario” para beneficio tanto de los pacientes como del personal. 


Un hospital debería tener una sala de meditación y un lugar destinado para que el personal y los pacientes pudieran acudir en busca de paz y calma, además de un lugar de información sobre la forma de sanar y curar los males de los enfermos. 


Nadie debería tener que decir: “Me dijeron que tenía cáncer y después el médico se fue. No vino nadie a mi habitación para decirme cómo vivir con el cáncer”. 


BERNIE cree que el hospital debería tener una organización que se hiciera cargo y respondiera cuando a la gente le dijeran que tiene cáncer, que necesita una operación…Los hospitales no sólo deberían tratar la enfermedad, sino enseñar a vivir a la gente, de modo que cuando los pacientes salieran del hospital hubieran aprendido algo sobre sí mismos y sobre cómo seguir viviendo.


Por Bel Vinyes para RCM

Publicado por CENTRO DE TERAPIAS BIOENERGÉTICAS Y SALUD NATURAL 




Mas Info: http://buenasiembra.net/salud


sábado, 1 de octubre de 2016

ECOLOGIA: Documentos y Manuales Gratis...

Documentos y manuales


Aquí podrás encontrar información, manuales, y guías de agricultura ecológica, consumo, reciclaje, bioconstrucción, etc. Si te apetece colaborar con la aportación de más documentos, escríbenos a contacto@ecoagricultor.com

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lunes, 26 de septiembre de 2016

La Conmovedora Carta del jefe indio Noah Sealth...

http://buenasiembra.net/ecologia/index.html
 ...Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él solo es un hijo. Lo que hace con la trama se los hace a si mismo.

Carta del jefe indio Noah Sealth


En el año 1854 el jefe indio Noah Sealth respondió de una forma muy especial a la propuesta del presidente Franklin Pierce para crear una reserva india.


Carta del jefe indio Noah Sealth

En el año 1854 el jefe indio Noah Sealth respondió de una forma muy especial a la propuesta del presidente Franklin Pierce para crear una reserva india y acabar con los enfrentamientos entre indios y blancos.

Suponía el despojo de las tierras indias. En el año 1855 se firmó el tratado de Point Elliot, con el que se consumaba el despojo de las tierras a los nativos indios.

Noah Sealth, con su respuesta al presidente, creó el primer manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años.

Su memoria ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes y se expresó así.

¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas ¿Cómo podrían ustedes comprarlos?

Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos por las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esa bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y así mismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.

El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino, también, representa la sangre de nuestros antepasados. Si le vendemos nuestra tierra deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes.

El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con la que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa, tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o piedras de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un desierto.

No se, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola visita de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea por que el piel roja es un salvaje y no comprende nada.

No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos.

Y después de todo, ¿para que sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras no las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento, la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire.
El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al olor. Pero si les vendemos nuestras tierras, deben recordar que el aire nos es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello, consideramos su oferta de comprar nuestras tierras y si decidimos aceptarla yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudrirse en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo, al que nosotros solo matamos para sobrevivir.

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que suceda a los animales también le sucederá al hombre, todo va enlazado.

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra esta enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre; y que todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos.

Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra.

Esto sabemos: todo va enlazado, como la sangre que une una familia. Todo va enlazado.

Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él solo es un hijo. Lo que hace con la trama se los hace a si mismo.

Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes pueden pensar ahora que El les pertenece, lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan, pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para El, y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminaran hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios que os trajo a esta tierra y que, por algún designio especial, les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.

Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.

¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.

MAS INFO:  http://buenasiembra.net/ecologia/index.html