Poema y obra de Pablo Hernández
Soneto de la Tierra Herida
Hombre árbol palpita el suelo en tus raíces
Bebe pronto de su néctar aun vivo
Siente la tierra en su profundo aullido
Quejándose dividida en países.
Soy tierra al igual que la de al lado
En toda mi extensión, sin uniformes,
Que los límites son solo de los hombres,
Y el animal ignora con sabio descaro.
Rebélense las bestias y las plantas,
Protejan mi futuro que es el vuestro,
Y educad al hombre, bastos de simpleza
Que se entere que su vida la rematan,
Que de nada servirá un suelo muerto,
Que entre al fin el corazón en la cabeza.
Hombre árbol palpita el suelo en tus raíces
Bebe pronto de su néctar aun vivo
Siente la tierra en su profundo aullido
Quejándose dividida en países.
Soy tierra al igual que la de al lado
En toda mi extensión, sin uniformes,
Que los límites son solo de los hombres,
Y el animal ignora con sabio descaro.
Rebélense las bestias y las plantas,
Protejan mi futuro que es el vuestro,
Y educad al hombre, bastos de simpleza
Que se entere que su vida la rematan,
Que de nada servirá un suelo muerto,
Que entre al fin el corazón en la cabeza.
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