La stevia (Stevia rebaudiana Bertoni)
es una planta nativa
de regiones subtropicales y tropicales de América del Sur y América
Central.
Es conocida originalmente como “hierba dulce” pues en su forma natural es de 20 a 30 veces más dulce que el azúcar común, y como extracto tiene un poder endulzante de 100 a 300 veces mayor.
Desde la época precolombina los guaraníes de la región la usaban no sólo para endulzar alimentos, sino también como digestivo, cardiotónico, antiácido y diurético.
Sin embargo, es descrita científicamente por primera vez a finales del siglo XIX por el botánico suizo Moisés Bertoni.
En cualquier caso, no fue hasta 1900, cuando el químico paraguayo Ovidio Rebaudi logró aislar dos principios activos de la planta: el Esteviósido y el Rebaudiósido. Posteriormente se inició la exportación de la planta hacia Europa, Estados Unidos y Asia.
Su uso alimentario es especialmente difundido en Japón donde hoy en día supone más del 40% de los endulzantes consumidos, aunque hace tan sólo unos meses (noviembre de 2011) el Parlamento de la Unión Europea autorizó la venta de este edulcorante en la Unión Europea.
A nivel nutricional, la stevia aporta proteínas, fibra, hierro, fósforo, potasio, cinc, rutina, vitaminas A y C, y ninguna caloría. Su sabor es muy neutro aunque tiene un ligero gusto a regaliz.
Diversos estudios demuestran que tiene potenciales propiedades terapéuticas:
- Regula el nivel de azúcar en la sangre en casi todos los diabéticos de tipo II y en un alto porcentaje de los de tipo I pues actúa estimulando la actividad del páncreas. Esta es la propiedad terapéutica más conocida.
- Ayuda a mantener un índice glucémico constante lo cual permite
eliminar la ansiedad por la comida y, como regula también los niveles de
insulina, el cuerpo almacena menos grasas.
Investigaciones farmacológicas demuestran que el consumo regular de una cantidad considerable de los principios activos de la stevia durante un tiempo prolongado regula la tensión arterial. - Mejora las funciones digestivas y facilita una recuperación más rápidas de las dolencias de hígado, páncreas y bazo.
- Su consumo habitual ayuda a fortalecer el sistema vascular y favorece el correcto funcionamiento del corazón.
- Sus propiedades antibacterianas y antifúngicas la hacen aconsejable
para la prevención de las caries y para reducir el dolor y la
inflamación en caso de gingivitis.
- Su uso es seguro y no se le conocen efectos adversos.
Sin embargo, su seguridad en niños pequeños, mujeres embarazadas o en lactancia, o en personas con enfermedad hepática o renal severa no ha sido establecida.
En el mercado podemos encontrar edulcorantes que, aún siendo elaborados con un porcentaje de stevia, no aportan nada a nivel medicinal ya que son elaborados con plantas modificadas genéticamente y carecen del principio activo, el Esteviósido. Es el caso de la Truvia, edulcorante compuesto por un 20% de stevia y un 80% de eritritol (un polialcohol que aumenta la glucosa en la sangre de los diabéticos) y saborizantes naturales).
Dosis, preparados comerciales y modos de empleo
La stevia se comercializa en forma de extracto líquido, en polvo y en pastillas.
Dos gotas de extracto líquido son equivalentes a dos pastillitas y, si se trata de polvo, a una cucharadita rasa de café.
Esta cantidad puede ser suficiente para endulzar un yogur, una infusión o un café.
Para aprovechar el resto de propiedades nutricionales se puede consumir fresca, añadiendo unas pocas hojas tiernas a las ensaladas o seca en infusión, bien sola o en combinación con otras plantas.
Una cucharadita de hoja seca triturada por taza será suficiente y se recomienda tomar una infusión por la mañana y otra por la noche.
El extracto liquido y el polvo se pueden emplear también como endulzantes en la elaboración casera de repostería, mermeladas, dulces y en todos los platos que se desee.
CARLOTTA BERNADINI, NATURÓPATA
MAS INFO:
http://buenasiembra.com.ar/salud/fitoterapia/que-es-la-yerba-dulce-o-stevia-rebaudiana-736.html