En el artículo de hoy voy a hablar del hempcrete, un material que descubrí hace más o menos un año, durante mi estancia en Holanda realizando el PFG.
Se trata de un material verde muy ecológico y relativamente extendido en algunos países de Europa, especialmente Reino Unido, Holanda y Alemania, pero que todavía no ha empezado a conocerse en España pese a tener un gran potencial.
Se trata de un material verde muy ecológico y relativamente extendido en algunos países de Europa, especialmente Reino Unido, Holanda y Alemania, pero que todavía no ha empezado a conocerse en España pese a tener un gran potencial.
¿Qué es el hempcrete?
La palabra hempcrete es una mezcla de las palabras inglesas hemp (cáñamo) y concrete (hormigón). Y lo cierto es que es exactamente eso, un hormigón hecho con fibras de cáñamo, material que le da la multitud de particularidades que analizaremos más adelante.
El hempcrete no es en realidad un hormigón como tal, ya que no se le ponen áridos gruesos, por lo que viene a ser mas bien un conglomerado de fibras de cáñamo y con cemento portland o cal hidráulica (se puede hacer con cualquiera de los dos aglomerantes)
¿Qué propiedades hacen al hempcrete tan interesante?
En primer lugar, el cáñamo es un aislante bastante bueno, pudiendo compararse los aislantes a base de cáñamo con los de lana de roca o vidrio sin salir perjudicados, por lo que confiere al hempcrete una propiedad aislante bastante considerable, siendo su resistividad térmica de 0,06 W/m·ºK
Es un material relativamente pesado, con una densidad de aproximadamente 300 kg/m3, lo que le confiere inercia térmica, por lo que es muy interesante para diseñar edificios con estándares de arquitectura bioclimática.
Al unir fibras de cáñamo con cemento o cal, se obtiene un material con unas propiedades mecánicas que, si bien están muy lejos de las de un hormigón convencional, son muy adecuadas para el uso que se le suele dar, obteniendo resistencias características a compresión de aproximadamente 0,9 MPa, suficientes mara un cerramiento.
Y por último, la guinda del pastel la pone una propiedad que tiene mucho que ver con la construcción sostenible y que hace tan especial este material: el hempcrete es un material de carbono negativo.
Esto quiere decir que durante su producción se puede llegar a destruir más dióxido de carbono del que se genera. Esto es debido a que el cáñamo es una de las plantas que más CO2 es capaz de absorber durante su cultivo, lo que llega a compensar el que se genera durante la producción, distribución, puesta en obra y reciclado del hempcrete.
Esto quiere decir que durante su producción se puede llegar a destruir más dióxido de carbono del que se genera. Esto es debido a que el cáñamo es una de las plantas que más CO2 es capaz de absorber durante su cultivo, lo que llega a compensar el que se genera durante la producción, distribución, puesta en obra y reciclado del hempcrete.
Para hacernos una idea de lo que esto supone, en la construcción de un metro cuadrado de cerramiento tradicional genera aproximadamente 100 kg de CO2, mientras que uno realizado con 300 mm de hempcrete absorbe 40 kg de CO2, lo que nos permite un ahorro de 140 kg de CO2 por metro cuadrado*.
*Datos extraidos de LimeTecnology.co.uk
Para más información técnica, aquí un enlace a la hoja técnica de Lime Tecnology, empresa del Reino Unido que es en estos momentos una de las mayores distribuidoras de hempcrete.
Esperemos que este material tan interesante se haga un hueco en el mercado Español, ya que explorar sus posibilidades y sus propiedades puede hacernos ir un paso más allá en la construcción de edificaciones sostenibles. Rafael Ochando Fons