- Kalanchoe pinnata (Bryophyllum pinnatum)
También denominada “Planta de Goethe” ya que fue estudiada por el botánico alemán. Otros nombres que recibe en América Latina: Bruja, Yerba de Bruja, Prodigiosa, Hoja del Aire, Siempre Viva, Colombiana, Ojaransín, Hojerilla.
- Kalanchoe daigremontiana (Bryophyllum daigremontianum)
Presenta numerosos hijuelos o plantas nuevas en los bordes de las hojas. Las hojas tienen unas manchas alargadas en la cara inferior. Recibe los nombres de: Aranto, Madre de miles, Kalanchoe mexicana.
- Kalanchoe gastonis-bonnieri (Bryophyllum gastonis-bonnieri)
El nombre científico se puso en honor al botánico francés Gaston Bonnier. Esta planta tiene las hojas más grandes que las especies anteriores. Recibe los nombres de: Ojaransín, Hojerilla, Oreja de burro.
Hay que remarcar que los nombres populares a veces se aplican a una o más especies y que varían según los países.
Uso medicinal
Estas kalanchoes son plantas que actúan de forma global dentro del cuerpo y por lo tanto su espectro de acción es amplio.
En medicinal tradicional, especialmente en América Latina, Asia y África se usan para tratar las siguientes enfermedades y dolencias:
- Lesiones y enfermedades relacionadas con daños celulares, en especial el cáncer.
- Heridas profundas y gangrenadas
- Infecciones, quemaduras
- Tumores y abscesos
- Reumatismo
- Inflamaciones
- Hipertensión
- Cólicos renales
- Diarreas
- Enfermedades psicológicas: esquizofrenia, crisis de pánico y miedos.
Su acción puede abarcar más allá de los puntos citados ya que se produce sanación de daños celulares en diversos órganos del cuerpo.
La parte utilizada son principalmente las hojas, que tienen un gusto acidulado. Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que queramos tratar:
- Externamente:
hojas machacadas en forma de cataplasma, compresa o emplaste; zumo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento.
Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.
- Internamente:
hojas crudas en ensalada; zumo fresco (añadir agua para dar más volumen); hojas en infusión.
Dosis para uso interno:
30 gramos diarios de hoja fresca en dos tomas.
En infusión podemos tomar una antes de cada comida, con una dosis de una cucharadita de postres por infusión, es decir, tres infusiones al día.
Contra indicaciones:
No tomarlas durante el embarazo ya que pueden estimular el útero. No conviene usar la planta de forma continuada por largos periodos de tiempo si no es para tratamiento.
Su composición incluye compuestos como los bufadienólidos que son glucósidos cardíacos, por lo que en pacientes afectados por cardiopatías hay que consultar con el médico.
La investigación clínica efectuada sobre las kalanchoe indica que puede haber toxicidad si se abusa de la planta y señala que hasta dosis de 5 gramos de planta por kilo de peso no hay toxicidad (esto equivale a unos 350 gramos de hoja para una persona de 70 kilos, que es una dosis de cuatro a diez veces superior a la aconsejada).
Es muy importante la actitud mental del enfermo a la hora de hacer el tratamiento, cada cual según su aptitud pero siempre deberíamos hacernos conscientes de que estamos utilizando un ser vivo, que tiene una parte física pero también una energía sutil que no vemos.
Este ser vivo, la planta, tiene la virtud de curarnos y por lo tanto debería haber un respeto y una toma de conciencia ante esta realidad.
En Latinoamericana, por ejemplo, la medicina tradicional tiene muy en cuenta estos aspectos.
Igualmente, nuestra actitud ante las enfermedades debe ser lo más positiva posible ya que debemos mirar de aprovechar la adversidad para aprender.
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