Triplican la mandioca sin usar agroquímicos
Ventajas. Mediante una técnica de cultivo logran controlar las malezas y triplicar en algunos casos el rendimiento de la producción. La investigación constituye un aporte para mejorar la calidad y la cantidad de la cosecha en la región.
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La investigación fue realizada por los ingenieros agrónomos Ángela Burgos, Elisa Noemí Fukuda, Ricardo Medina y Pedro Jorge Cenoz, y se llama “La clave ecofisiológica de las tres ‘E’ en el control cultural de malezas en el cultivo de mandioca en Argentina: Ecológico-Económico-Eficiente”. Fue premiado como uno de los seis mejores del 16º Congreso Brasileño y 1º Congreso Latinoamericano y Caribeño de Mandioca, que se desarrolló en Foz de Iguazú.
Concretamente, y a partir del uso de técnicas encuadradas en las prácticas amigables con el ambiente, lograron hacer convivir, solapar o mitigar la acción de las malezas. Los investigadores hicieron hincapié en la posibilidad de aunar manejos de cultivo, controlar la densidad de la plantación y la posición de plantación de las estacas.
La mandioca de origen tropical es producida en su mayor parte por pequeños agricultores, que no dependen de insumos ni tecnologías asociadas con la agricultura moderna. La planta se caracteriza por tener raíces para la absorción sólo de nutrientes y raíces tuberosas de acumulación de materia seca y fécula o almidón.
Para multiplicar el cultivo se utilizan estacas caulinares, que no son más que unos trozos de tallos de la planta cortados previamente, en un tamaño aproximado de 10 o 20 centímetros de longitud.
La técnica usual de plantación de los pequeños productores de la zona consiste en abrir un surco en el que tiran la estaca en posición horizontal y con una separación de un metro, aproximadamente, entre una y otra. Fue precisamente este método de plantación puesto en observación por los investigadores. También observaron que se maneja una densidad de plantación demasiado grande, con mucho suelo descubierto, en el que las malezas crecen rápidamente.
Trabajo de campo
A partir del uso de dos cultivares de mandioca, contrastantes en cuanto a la arquitectura de la planta “Palomita”, una de las más utilizadas por los agricultores, y “Blanca de Santa Catarina”, los investigadores trabajaron en el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias, y se propusieron como objetivo corroborar los resultados de rendimiento al cambiar la técnica de cultivo, plantar las estacas de forma vertical en lugar de horizontal y controlar la densidad de plantación.
A medida que transcurrían los días, se percibieron comportamientos muy distintos en ambos casos. A partir de un cambio en la posición inicial de la estaca, los resultados eran evidentes.
Se midieron variables como el Porcentaje de Brotación de estacas: 10, 17 y 24% después de la plantación, se tomó como referencia la observación de la primera hoja expandida; el peso seco de malezas (g m-2): se realizaron tres muestreos, entre los que se establecían intervalos de desmalezado, 0-30, 31-60 y 61-90 DDP.
En un lugar al azar de la superficie de cada repetición, se colocaba un marco de metal de un metro cuadrado de donde se extraían todas las malezas presentes utilizando una azada.
Luego se las secaba en estufa a 70°C hasta peso constante para determinar su peso seco; iii) Altura de Plantas (cm): se midieron cuatro plantas al azar por repetición, 30, 60 y 90 DDP; iv) Número de tallos por planta: se contabilizaron en cuatro plantas al azar por repetición, 150 DDP; v) Radiación interceptada por el cultivo (RIc%): mediciones 90 y 150 DDP, con ceptómetro con sensor de radiación PAR, medida entre el suelo y la primera hoja verde, vi) Biomasa Fresca Aérea y Biomasa Radical (g pl-1): se cosecharon 210 DDP, se seccionaron en su parte aérea (hojas y tallos) y de raíces, y se pesaron.
Finalmente, se estimó vii) Rendimiento de raíces frescas (Tn ha-¹). Los datos fueron evaluados por análisis de varianza y test de Duncan (0,10%), se utilizó el software InfoStat versión 2002.
Tras analizar estas variables, los investigadores observaron que si se modificaba la técnica de plantación, es decir, se ubicaba la estaca de forma vertical (enterrada hasta la mitad de su longitud) en lugar de horizontal (completamente enterrada) como tradicionalmente los productores lo hacen, se solucionaría el inconveniente de las malezas y, además, mejoraría el rinde.
Según lo explicó Ángela Burgos a Argentina Investiga, esto obedece a una explicación simple: al estar una parte de la estaca por fuera de la tierra, las yemas brotan antes y compiten mejor con las malezas. La plantación vertical resultó altamente conveniente en términos de rendimiento de raíces (g pl-¹ y Tn ha-¹) y para el control de malezas en ambos cultivares.
Al duplicar la densidad de plantas por hectárea se observó mayor control de malezas en ambos cultivares, pero hubo disminución individual del peso de raíces y parte aérea por planta (g pl-¹).
Con la mayor densidad, la caída de los rendimientos individuales (g pl-¹) fue compensada por el mayor número de plantas en la hectárea (Tn ha-¹).
Respecto de los tratamientos testigos (T1 y T2); al plantar verticalmente y con mayor densidad en el cv Palomita se cuadruplicaron los rendimientos y en el cv Blanca de Santa Catarina se obtuvieron 5
Tn más por hectárea. Por esta razón, se observó que los dos genotipos presentaron respuestas diferenciales de compensación de rendimiento de raíces (Tn ha-¹) al duplicar la densidad.
Con los resultados de la experiencia a disposición, los investigadores están convencidos de haber encontrado un buen aporte para mejorar la calidad y la cantidad de producción de los pequeños productores de la región. Queda por delante el trabajo extensionista de transmitir estos resultados y así modificar en forma progresiva un método tradicional de cultivo.
Juan Monzón Gramajo
monzongramajo@hotmail.com. Departamento de Comunicación Institucional de la Universidad
Nacional del Nordeste fuente
MAS INFO: http://buenasiembra.net/ecologia/index.html