Cada mes, en las condiciones ideales, las personas tenemos sólo un 25% de posibilidades de lograr un embarazo viable. ¿Cuándo consultar a un especialista? ¿Cómo influye el estrés? ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra fertilidad?
Si hablamos de fertilidad, la tasa de concepción en una pareja joven y sana, que mantenga relaciones sexuales frecuentes sin protección (sin utilización de ninguna medida contraceptiva) ronda el 45% por cada ciclo menstrual. Sin embargo, la tasa de embarazos viables en la especie humana se reduce al 25% por ciclo.En este sentido, es importante empezar señalando que la especie humana es, de entre todas las del reino animal, la que más abortos soporta y la que más fallas de fecundación produce.
Esto correlaciona perfectamente con el hecho de que de cada 100 parejas expuestas a embarazo, aproximadamente 50 lo logran dentro del primer semestre de búsqueda y otras 30 lo consiguen en el segundo.
En el mundo occidental, se acepta que el porcentaje de parejas estériles está entre un 10 y un 15% de la población en edad reproductiva. Si al cabo de un año de haber intentado tener hijos, manteniendo una frecuencia de relaciones apropiadas sin métodos contraceptivos y de manera natural, una pareja no ha logrado un embarazo se recomienda consultar con especialistas para llegar a un diagnostico (cabe aclarar que cuando una mujer aborta espontáneamente en forma reiterada también se considera infértil).
Las causas son variadas: clásicamente se las agrupa en femeninas o masculinas, teniéndose en cuenta no sólo lo orgánico y fisiológico sino también lo inmunológico y emocional. Cabe la posibilidad de no llegar a diagnóstico alguno, algo que se denomina esterilidad de origen desconocido o «esterilidad sin causa aparente» (ESCA, en la literatura hispano-americana).
Cuando una pareja consulta al especialista, el diagnostico suele realizarse en no más de dos meses, luego de estudiar la ovulación, la integridad anatómica de útero y trompas, la producción espermática y la interacción entre el espermatozoide, el tracto genital femenino y el óvulo.
Cada diagnostico tendrá su tratamiento especifico, donde podrá recurrirse desde la asistencia para que las gametas se encuentren en el utero (inseminación artificial) hasta que la fecundación se realice fuera del cuerpo y se transfieran al útero los embriones (procedimientos de fertilización asistida).
Un 15% de parejas estériles presentan diagnostico de ESCA, algo que genera mucha ansiedad y angustia tanto en parejas como en los profesionales, ya que al no tener un factor claro que lo determine se hace muy difícil el acompañamiento terapéutico.
Existen otras modalidades para acompañar el tratamiento convencional y que resultan muy útiles en estos casos
La dieta naturista y la reducción de sustancias como el alcohol y el café pueden mejorar e estado general del organismo.
El consumo de algunos nutrientes específicos como la Vitamina C , la Arginina , la Carnitina , el Triptofano y el Zinc, presentes en alimentos como el ajo, la cebolla, los coles y la avena pueden mejorar la calidad del esperma y de las secreciones cervicales.
La maca (Lepidium meyenii) es una planta peruana cuya raíz contiene nutrientes que podrían estimular la espermatogenesis y el deseo sexual, lo mismo que otra raíz muy conocida como el Panax Ginseng.
Pero lo más importante para acompañar estos procesos, que muchas veces suelen ser muy engorrosos,es buscar alguna tipo de acompañamiento psicoterapéutico o de técnicas de reducción de estrés. El estrés (o mejor dicho el distress) es hoy por hoy una de las principales causas de perturbación de nuestro sistema psicoinmunoendocrinologico.
Esta larga palabra implica un delicado y preciso mecanismo interno de autorregulación que los humanos poseemos y cuya armónica afinación hará que el sistema vuelva al equilibrio sin necesidad de utilizar cargas extras, es decir, de quedarnos "estresados".
Todas las disciplinas o técnicas que incluyan la respiración consciente y al búsqueda de la alineación entre mente y emoción se convierten en brillantes aliados para acompañar a las parejas y a los médicos que realizan tratamiento de fertilización asistida.
Existen modalidades de trabajo, adaptadas a Occidente, que ayudan. Algunas emplean técnicas de biofeedback, otras enseñan a respirar en conciencia plena y nos permiten de manera sencilla conectarnos con las emociones y aprender a descifrar nuestro lenguaje interior, donde radica toda la sabiduría necesaria para que nuestras funciones biológicas se desarrollen en perfecto equilibrio y armonía.