Las mascotas como terapia
Pueden ser de lo más variadas. Perros, gatos, delfines, tortugas, lo que sea con tal de acercar a las personas, niños o adultos, la sensación de compañía, paz y confianza
Agencias
Los animales son nuestros aliados y compañeros en multitud de circunstancias, a veces hasta nos salvan la vida o ayudan a que ésta sea mucho más placentera y saludable, son nuestros aliados para luchar contra la depresión o contra la ansiedad.
La ternura y el cariño son en muchos casos la mejor medicina, y no siempre nos llegan de seres con dos piernas. De esto ya se han dado cuenta algunos centros y profesionales que están poniendo en marcha programas de animales como terapia. Porque los animales, además de otras muchas cosas, también pueden ser terapéuticos.
Hay animales que son especialmente terapéuticos por su disponibilidad en medios naturales, por ejemplo, los delfines, que transmiten sus sonidos de ondas alfa a través de su "ecolocalización", es decir, mediante el recurso con que la naturaleza les ha provisto para capturar presas y reconocer su entorno.
De su "sonar" salen sonidos que influyen directamente en nuestro sistema nervioso, primero nos escanean para ver cómo estamos, de una manera "holística", es decir, en nuestras tres dimensiones, corporal, mental y también en nuestro sistema de valores.
Y si el momento es adecuado comenzarán a mandar ondas capaces de equilibrarnos y hacernos sentir muy bien, muy a gusto.
Los delfines son seres simpáticos, alegres e inteligentes que se utilizan, sobre todo, en terapias con niños autistas.
Y que decir de los caballos, animales muy nobles, de una gran dignidad, no se humillan para pedir afecto, hay que ganárselos, así como su confianza.
Su enorme tamaño y poder, así como las características de su personalidad o su idiosincrasia, les hace especialmente utilizados en la terapia, para sociopatías y también para la rehabilitación motora del organismo.
Los perros ocupan un lugar muy especial dentro de los animales utilizados como mascotas dentro de las terapias para chicos y grandes, adoptan una actitud afectiva y de gran apego hacia el ser humano sin hacer juicios de valor, además pueden ser excelentes guías.
Son lúdicos, afectivos, juguetones y están a nuestro lado fielmente durante toda su vida. Acariciar a un perro o a un gato baja las constantes de tensión arterial, frecuencia de respiración y latidos cardiacos.
Fomenta la amistad entre los dueños y la responsabilidad de su cuidado en los niños. En residencias de ancianos, cuando se introducen perros se da la circunstancia de que tales ancianos reciben menos visitas del médico, pero más de sus familiares.
Son bien conocidos, los perros lazarillo o perros guía.
Y qué decir de los gatos. Ellos nos enseñan a estar relajados con consciencia.
El gato puede estar durmiendo, pero al mismo tiempo está enterándose de todo lo que ocurre a su alrededor. No hay gato estresado.
Su ronroneo fomenta las emociones positivas, y sus pequeñas señales de afecto son muy bien recibidas por sus dueños.
El gato es uno de los animales como terapia recomendado especialmente para personas que están o se sienten muy solas y no pueden dedicar mucho tiempo al cuidado de su mascota.
Hay estudios suficientes para afirmar que tener un gato es beneficioso para la salud.
El amigable contacto con el felino reduce el estrés en sus dueños, se distienden y se tranquilizan. Se ha verificado también que personas con problemas psicológicos mejoraban al tener la compañía de un gato.
(Es verdad, yo tengo un gato negro, que me acompaña desde hace 11 años, y se llama "Pocho la Pantera", jeje!)
MAS info:terapias-alternativas/zooterapia
http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/rehabilitacion-ecuestre-hipoterapia-equinoterapia-457.html
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